El seleccionado argentino de básquet femenino, apodadas Las Gigantes, quedó eliminado de los Juegos Panamericanos al no haber podido jugar el partido ante su similar de Colombia por "negligencia logística".

De esta manera, las chicas, que realizaron los ejercicios precompetitivos y hasta se escucharon los himnos respectivos antes del inicio, no pudieron jugar por problemas con la indumentaria (debía jugar con indumentaria blanca y se presentó con la azul).

El partido estaba programado para las 15.30, anoche habían perdido ante Estados Unidos, pero cuando estaba por comenzar el encuentro, fue demorado por inconvenientes en la indumentaria del equipo argentino, que pese a los reclamos nada pudo hacer.

Tras unos minutos de espera en el estadio, llegó la ropa alternativa de la selección, pero ya no estaban en la cancha ni los jueces ni el equipo colombiano, mientras la cara de desazón, frustración e impotencia de las chicas era indisimulable.

"La ropa de las Gigantes ya está en el estadio desde hace unos minutos. A la espera de la decisión de Panam Sports (que es quien organiza el evento, no corren las reglas de FIBA en esta ocasión). Nada justifica el error cometido, de todos modos", tuiteó la Confederación Argentina de Básquetbol antes de conocerse el desenlace y haciéndose cargo del papelón que hicieron.

Minutos más tarde, el comité organizador dio a conocer el fallo: Colombia no accedió a jugar el partido, por lo que le dieron por perdido el partido a la selección femenina y de esa forma quedó eliminada de los Juegos Panamericanos.

Tras conocerse la decisión de que le daban el partido perdido, el jefe de equipo Hernán Amaya y la Directora de Desarrollo del básquet femenino, Karina Rodríguez, presentaron la renuncia a sus respectivos cargos.

Aunque, seguramente, esto será solo el comienzo de un escándalo que dará que hablar.