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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
La cita era a las 11 de una mañana de junio en la sala 4 del Centro de Justicia Penal. Era una audiencia previa al juicio oral por un robo en una pensión donde fue baleado en la cara un estudiante. El juez, el fiscal y el defensor ocuparon sus asientos pero faltaba el actor principal: no estaba el preso. El asombro fue tal que así lo consigna el acta judicial por el trámite, suspendido por "ausencia del imputado". Lucas Emanuel Romano, el acusado, había recuperado la libertad once días antes de la cárcel de Piñero por error. Desde entonces sigue prófugo y con pedido de captura mientras se intenta determinar qué falló.
La errónea liberación de Romano, un vendedor ambulante de 30 años, motivó un pedido de informes por parte del fiscal del caso, quien puso al tanto de la situación a la Oficina de Gestión Judicial (OGJ). Si bien la falla aún no está clara, el Servicio Penitenciario respondió que a Romano había terminado de cumplir una condena dictada en otra causa y le correspondía la libertad en ese caso. Pero nunca llegó a la cárcel de Piñero la información de que también estaba en prisión preventiva en la otra causa por el robo en la pensión.
La situación fue advertida unos días antes de la audiencia preliminar que ya había sido agendada para el pasado jueves 27 de junio. Se trata de un trámite previo al juicio oral y público donde las partes discuten las pruebas que presentarán en el debate y el fiscal adelanta su pedido de pena. Una semana antes, el fiscal Luis Schiappa Pietra se enteró de manera informal de que Romano estaba libre y así lo hizo saber el mismo día ante la OGJ .
El miércoles 19 de junio, el juez penal que estaba en turno para ese tipo de trámites, José Luis Suárez, constató que en efecto Romano había dejado atrás las rejas de Piñero. En el acto ordenó su detención. Pero además remitió esas constancias al Ministerio Público de la Acusación "a los fines pertinentes". Es decir, para que un fiscal inicie una investigación del incidente. A su vez Schiappa Pietra libró una orden de captura del imputado, que había sido detenido tres años antes y vuelto a capturar tras evadirse de una comisaría.
Una silla vacía
Ocho días después, Romano no se presentó a la audiencia preliminar donde debía escuchar el pedido de pena. El fiscal puso al tanto de la situación al juez del caso. Según consta en el acta de aquel trámite suspendido, informó que "ante su asombro, tomó conocimiento de que el imputado estaba en libertad, la cual se dispuso en forma equivocada". Schiappa Pietra solicitó entonces que se declare la rebeldía de Romano, un trámite que incluye notificaciones a la Dirección de Migraciones. El defensor Marcelo Argenti no se opuso al pedido y el juez Hernán Postma le hizo lugar.
¿Qué había pasado? ¿Por qué el acusado estaba libre? El director de la unidad penitenciaria de Piñero ofreció una explicación en una nota remitida en esos días a la OGJ. Precisó que Romano obtuvo la libertad el 16 de junio porque terminó de cumplir una condena dictada en otra carpeta judicial. En efecto, el preso había sido condenado en 2014 a una pena unificada de 11 años y 2 meses de prisión y declarado reincidente por tercera vez. Estaba con una salida transitoria de la que nunca regresó cuando en junio de 2016 lo apresaron por el robo a la pensión.
Según una fuente del caso, al ser detenido entonces en su casa de Tupac Amaru al 40 bis le incautaron una moto robada y por eso se le abrió otro sumario por encubrimiento. Por ese delito, en mayo pasado Romano aceptó en un juicio abreviado una pena que se unificó con su condena anterior en 11 años y 6 meses y que enseguida terminó de cumplir. Pero, según el informe de Piñero, en su legajo carcelario no figuraba que también estaba preso por el robo a la pensión.
Sin constancia
De acuerdo con el informe carcelario, cuando fue imputado por balear al estudiante y se dictó su prisión preventiva Romano estaba alojado en una dependencia policial, la comisaría 30ª de Superí al 2400. "Dicho oficio con esa medida cautelar nunca fue enviado a este complejo penitenciario y por lo tanto no obra en el legajo personal del mismo constancia alguna que acredite dicha situación procesal. A partir de ello se procedió a otorgar la libertad", cierra el escrito remitido desde la cárcel.
Una calificada fuente judicial indicó que es muy frecuente que un detenido recupere la libertad por una causa pero deba seguir preso por otra. Por eso, antes de liberarlo, lo usual es que la entidad carcelaria revise el prontuario y además consulte ante la Oficina de Gestión si existe otra carpeta judicial abierta: "Normalmente estas situaciones se advierten a tiempo, antes de dejar salir al preso. Es claro que algún control falló".
Romano había sido detenido el 16 de junio de 2016 en su casa de Tupac Amaru al 40 bis donde por entonces vivía solo. Lo buscaban por violento el robo cometido cuatro días antes en una residencia estudiantil del pasaje Coolidge al 1200, en la zona de Mendoza al 4600. La noche de aquel domingo 12 de junio un ladrón entró armado y aprovechó cuando del lugar salía Samuel Q.R., un estudiante de medicina de 19 años de nacionalidad peruana.
El asaltante lo apuntó con el arma, comenzó a exigirle sus pertenencias y terminó efectuándole un disparo en la cara que ingresó por la mandíbula y se alojó a la altura de la quinta vértebra del muchacho. Los residentes lograron ver al atacante, que sustrajo un celular I-phone y una notebook. Describieron al agresor como una persona de estatura alta, de piel trigueña y campera azul. El joven herido fue internado en grave estado en la unidad de terapia intensiva del Heca aunque con el tiempo logró recuperarse.
A los pocos días un familiar directo de Lucas Romano se presentó en la Fiscalía. Dijo que no estudiaba ni trabajaba y que tenía un trato distante con su familia. Confió que el día del disparo en la pensión Romano le confió a otro familiar que le había disparado a alguien y que creía que lo había matado. En el allanamiento a su casa, un rancho muy precario, se secuestraron nueve cartuchos, dos vainas servidas y la moto robada. Al día siguiente Romano fue acusado de un intento de homicidio calificado, robo calificado y la portación del arma. El negó su participación: sostuvo que sus familiares lo malinterpretaron.
Dos meses después se escapó. La tarde del lunes 1º de agosto de 2016 participó de una fuga junto a otros tres presos de la comisaría 12ª de Solís al 200 bis. Según se indicó entonces, los internos aprovecharon que estaban en una habitación provisoria tras una pelea entre reclusos, violentaron con una pala la reja de una ventana y fueron. Estuvo prófugo un año y 21 días hasta que lo recapturaron.
se fue. Lucas Emanuel Romano recibió la autorización de partir de la cárcel de Piñero hace tres semanas.
Un caso similar en Coronda
La liberación de un preso por error tiene como antecedente el caso de Joaquín "Pelado" Pérez, a quien la semana pasada la Cámara Penal le confirmó su condena a 25 años de cárcel. Pérez había sido apresado en 2014 tras una persecución junto a Andrés D'Angelo y Néstor "Cumbia" Robledo.
Los tres fueron condenados a altas penas por matar en un robo del 30 de octubre de 2014 al comerciante Edgardo Giménez en su negocio "La casa de las porcelanas", donde se desató un tiroteo en el que también fue abatido uno de los asaltantes.
El 19 de junio de 2017 Pérez fue liberado de la cárcel Coronda por un error administrativo y se ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien aportara datos sobre su paradero. Fue recapturado frente a un shopping de Córdoba en junio de 2018 y sometido al juicio oral que desembocó en su condena por el crimen.