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22:03:16 19/04/2019

Reunión de urgencia entre Lifschitz y Pullaro por los sucesivos hechos de violencia

La crisis de seguridad que se desató en el comienzo del fin de semana de Semana Santa en Rosario y que culminó con el asesinato del taxista Mario Esusy hizo que el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se instalara desde muy temprano este viernes en la sede local del Ministerio de Seguridad para evaluar las medidas a tomar junto al titular de la cartera, Maximiliano Pullaro.

El crimen del chofer no solo conmocionó a los taxistas, que llevaron adelante un paro de actividades y bloqueos a la salida de micros en la Terminal Mariano Moreno, sino a la ciudad toda, que se estremeció al enterarse del asesinato a sangre fría que había segado la vida de Mario Esusy, un trabajador que se había ganado el corazón de sus compañeros.

En menos de 24 horas hubo cuatro crímenes violentos en Rosario. El primero de los homicidios se registró en Castellanos y Doctor Riva, donde Martín Alberto Vera, de 42 años, fue asesinado a tiros por dos sicarios en moto. Le dispararon directamente en la cabeza cuando estaba con un amigo tomando mates. Fue a las 23, del miércoles.

El segundo, registrado alrededor de la 1.30, en Casilda 2000 tuvo como víctima a Esusy, de 61 años, quien fue abordado por motochorros que, tras encañonarlo para robarle la recaudación, le dispararon a quemarropa y le quitaron la vida. La muerte provoco una fuerte reacción de sus colegas y una medida de fuerza que dejó sin taxis a la ciudad.

Pasado el mediodía trascendió que el dueño de la joyería Nefertiti había sido encontrado muerto en el interior de su negocio. Se trata de Miguel Angel Gómez, de 55 años, quien fue hallado desangrado y con un corte en la garganta. Por el relato de testigos se presume que fue asesinado por un conocido. El negocio había sido robado por boqueteros en 2016.

Finalmente, se produjo el asesinato a tiros de María Soledad Sotelo, de 32 años, quien increpó a un motociclista que estuvo a punto de atropellar a uno de sus hijos y minutos después el hombre volvió y le disparó a sangre fría y le provocó la muerte. Fue a las 19, cuando caía la tarde, en barrio San Francisquito.