Moneda | Venta |
Dólar | 0 |
Euro | 0 |
Real | 0 |
Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Por el aumento de la energía mayorista que comercializa la empresa Cammesa, la EPE volverá a ajustar sus tarifas a partir del 1° de febrero: la electricidad subirá 19,3% para los usuarios residenciales, mientras que para los clientes comerciales el aumento será del 16,8%, para el sector industrial 19,6% y para las instituciones 18,9%.
El nuevo aumento de la luz corresponde al traslado que hace la EPE a sus clientes de los nuevos costos fijados por la mayorista Cammesa. Ese traslado se hace en tres etapas: 19,3% en febrero (para los residenciales), 5% en mayo y otro 5% en agosto.
La nueva actualización de la tarifa eléctrica se suma a la que dispuso la propia EPE a fines de 2018 y que corresponde al aumento del Valor Agregado de Distribución (VAD). Para los clientes residenciales, rige un incremento de 20% desde enero y en marzo subirá otro 9,7%. Para los grandes usuarios, desde el 1° de enero está vigente el primer tramo del aumento, del 22,9%.
Los datos fueron confirmados por directivos de la EPE en la respuesta que enviaron a un pedido de informes realizado por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, que tuvo como objetivo obtener información pública sobre cómo iba a impactar el nuevo cuadro tarifario de Cammesa sobre los costos de la empresa santafesina.
A diferencia de lo que ocurrió en los últimos años, ahora se observa una política diferenciada respecto de los clientes del sector comercial, muy golpeados por los tarifazos. Por un lado, el aumento que empezará a correr en febrero (16,8%) es menor al promedio (19%); por otro lado, según los datos suministrados por Cammesa a la EPE, los grandes usuarios no recibirán un nuevo incremento del servicio energético durante 2019.
Además, en respuesta a los requerimientos de la Defensoría del Pueblo, Cammesa recordó que “a partir del 1° de enero de 2019 la empresa dejará de aplicar los precios correspondientes a la tarifa social”. Esos costos fueron absorbidos por el gobierno provincial y representarán un gasto de 1500 millones de pesos para el primer bimestre del año, que es cuando mayor demanda se registra.
El impacto de la quita de subsidios
Según datos de la EPE, la adquisición de la energía a la firma Cammesa en el año 2017 representó un 49% en el total del gasto anual de la empresa, mientras que en el 2013 ese porcentaje era del 30%. El aumento de esos valores es trasladado, en parte, a las facturas que reciben los clientes de la EPE.
En agosto, cuando se complete el último tramo del aumento, el precio de la energía mayorista que distribuye la empresa Cammesa habrá acumulado una suba del 5.980 por ciento en comparación a diciembre de 2015. Es casi 60 veces más de lo que costaba al iniciar el gobierno de Cambiemos.
La quita de subsidios de la Nación y la dolarización de las tarifas causaron un fuerte impacto en el bolsillo de los usuarios. El valor del megavatio para usuarios residenciales de bajo consumo era de 38 pesos en enero de 2016; para agosto de este año será de 2.326 pesos.
Antes de dejar su cargo al frente de la secretaría de Energía de la Nación, Javier Iguacel firmó la resolución 366 por la cual se oficializó la suba del precio mayorista de la electricidad, en etapas, que alcanzará al 55% en agosto de 2019 respecto del mismo mes de 2018. Ese aumento en los costos es absorbido por las empresas prestadoras y luego trasladado a las tarifas de los usuarios, tal como ocurre en Santa Fe con las tarifas de la EPE.
De acuerdo a la respuesta que le dio la EPE a la Defensoría del Pueblo, la empresa provincial tenía presupuestado 18.700 millones de pesos (con impuestos) para la compra de energía durante 2019. Con la entrada en vigencia de los nuevos precios mayoristas se necesitará un presupuesto adicional de 9.700 millones de pesos.
En otras palabras, el tarifazo de Cammesa implica que la EPE va a tener que recaudar un 47% más de lo que tenía previsto este año para poder pagar la compra de energía mayorista.