Según un informe publicado por el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac), una pareja de jubilados rosarinos necesitó 23.716 pesos en diciembre pasado para mantener la canasta básica.

“Fue el grupo de edad más castigado por la inflación en todo el año pasado”, advirtió Juan Marcos Aviano, director de Cesyac. “Con dos jubilaciones mínimas no se cubren los gastos. Con la formula anterior de movilidad jubilatoria se hubiese cubierto”, completó.

“Cuando se calcula una canasta de alimentos para jubilados, es aún más cara que la de cualquier adulto porque tiene que ser más sana y eso encarece”, planteó Aviano.

Entre los productos y servicios incluidos en el informe de Cesyac aparecen productos de consumo masivo como comestibles envasados, carnes, frutas y verduras, bebidas y artículos de limpieza, cuyo cálculo asciende a 5.177 pesos.

En cuanto a los servicios básicos del hogar, incluye alquileres e impuestos, servicios para la vivienda (telefonía fija, televisión por cable, gas natural, agua y energía eléctrica), servicios para la persona (telefonía y medicamentos), y transporte. En total, el cálculo de diciembre de 2018 asciende a 18.538 pesos.

Precisamente en diciembre, la canasta de alimentos y servicios para una pareja de jubilados presentó variaciones, con un valor de 23.716 pesos, lo que representa un aumento intermensual de 1,44 por ciento respecto al mes de noviembre de 2018.

En el desglose por tipo de productos, puede observarse que el grupo de comestibles envasados varió un 4,39 por ciento; mientras que las carnes un 4,09 por ciento y los productos de limpieza un 4,85 por ciento.

Y con respecto a los servicios, hubieron variaciones en telefonía móvil (Claro y Movistar) en un 11,29 por ciento; en tanto que en medicamentos un 3,65 por ciento para la canasta básica.

De acuerdo al anuncio del Indec, los precios al consumidor subieron 2,6 por ciento en diciembre de 2018 respecto de noviembre y acumularon un aumento de 47,6 durante 2018.

La cifra anunciada por el ente oficial indica que fue la más alta de los últimos 27 años, cuando en 1991 la inflación trepó al 60 por ciento.

Por su parte, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) aumentó 12,1 por ciento con respecto a noviembre. En la comparación interanual, el índice mostró una caída de 16,7 por ciento respecto a diciembre de 2017.

Entre los componentes del ICC, el subíndice de situación personal aumentó un 15,6 por ciento; el de bienes durables e inmuebles un 10,7 por ciento; y el de situación macroeconómica subió un 10,1 por ciento. Siempre respecto al mes anterior.

En la distribución por nivel de ingresos, la confianza del consumidor aumentó un 12,9 por ciento para el sector de los encuestados con mayores ingresos, y un 11,8 por ciento para los consultados con menores ingresos.

Así lo indicó el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella al dar a conocer los resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), correspondientes a diciembre de 2018.