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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
La Cámara Penal que integran Carlos Carbone, Georgina Depetris y Carolina Hernández dictó la absolución de Carolina Fernández, la madre de Virginia Seguer, quien fue condenada a cadena perpetua por el crimen del empleado de una empresa de catering, Diego Sarjanovic, ocurrido el 3 de septiembre de 2015 en un departamento de Moreno al 500.
En octubre de 2017, Fernández y Seguer fueron condenadas a prisión perpetua por el homicidio de Sarjanovic, quien fue encontrado con más de 60 puñaladas en un departamento de Moreno al 500 luego de haber sido intensamente buscado durante tres días en septiembre de 2015. La imposibilidad de afrontar una deuda que la mujer había contraído con Sarjanovic actuó como el eje del asesinato.
El tribunal absolvió a Fernández, quien había sido condenada a prisión perpetua en primera instancia, consideró que, cuando la mujer llegó al departamento, Sarjanovic ya estaba muerto.
La resolución indica que Fernández acudió al edificio de Moreno al 500 ante el llamado de su hija, quien la recibió con la ropa ensangrentada. "Ante la situación entra en shock preguntándole qué le había pasado y ésta le afirma que había matado a Diego", señala el fallo, y añade: "La conduce hacia el dormitorio y lo ve tirado en dicho lugar, cerrando la puerta. Con llantos aclara que lo vio inmóvil, no dudando que estaba muerto y que nunca más entró a dicha habitación".
Los camaristas objetaron del fallo de primera instancia que, entre dos informes de autopsia, se le diera entidad al que situaba a Fernández en el lugar del hecho en el momento en que la víctima aún estaba con vida, y señalaron que no se dio "una concienzuda respuesta sobre por qué se prefiere este criterio por sobre el otro".
Seguer admitió ser la autora del crimen, pero dijo haberlo hecho en legítima defensa. Los magistrados desestimaron este argumento por considerar que, si realmente Sarjanovic hubiera atacado a la joven, sus posibilidades de defenderse habrían sido prácticamente nulas, dada la gran diferencia de contextura física entre ambos, de más de 50 kilos y 20 centímetros de altura.
Además, valoraron positivamente el testimonio de uno de los policías que declaró durante el juicio, para quien solamente un sorpresivo golpe en la cabeza pudo ser el hecho que dio ventaja a la imputada para apuñalarlo como lo hizo.
Por estas razones, decidieron absolver a Fernández y confirmar la condena a Seguer. No obstante, se le quitó el agravante de "codicia" por considerar que no hay prueba suficiente que permita inferir que existía una deuda con la víctima, lo que para este caso no modifica la condena.