Los trabajadores del Hospital Roque Sáenz Peña denuncian que un "severo ajuste" de horas extras aplicado a rajatabla desde el 1º del mes ya afecta varios servicios y, por lo tanto, la atención de los pacientes. Para protestar contra la medida que recae sobre el personal no médico (administrativos, enfermeros, camilleros, mucamos) resolvieron en asamblea hacer un acto público el martes próximo, al mediodía, en la propia puerta del centro asistencial, Laprida al 5300. Aseguran que el recorte resentirá áreas como Neonatología, Rayos y Archivo de Historias Clínicas, y demorará estudios como radiografías, ecografías o ergometrías (práctica que tiene esperas de hasta cuatro meses). Además, al reducirse a la mitad las horas extras, "sueldos de 13.900 pesos (categoría 11) perderán un suplemento de entre 3 y 5 mil pesos, indispensables para sobrevivir", dijo el delegado del Sindicato de Trabajadores Municipales en el Roque, Federico Rebruj, quien enmarcó la decisión" en el "ajuste nacional" con aval de la provincia que "avanza sobre los trabajadores".

El gremialista del único hospital de zona sur definió al "recorte" como "producto del pacto fiscal firmado entre la provincia y la Nación, que explícitamente plantea achicar el gasto público", una medida que "va en la misma dirección de la reforma previsional y todo un paquete de leyes nefastas, ante el rol pasivo que incluso cumple la dirigencia sindical".

En el área de salud rosarina se agita el fantasma del Hospital Posadas, de Morón, donde la semana pasada se registraron 122 despidos de empleados de planta y contratados.

Según el personal del Roque Sáenz Peña, el recorte de horas extras a nivel municipal forma parte de un plan de ajuste en esa línea que, al avanzar, afectará "tanto a trabajadores como a pacientes".

"El problema es que, sin esas horas extras, los servicios directamente no se van a poder cubrir", explicó el delegado, y puso un ejemplo: la ventanilla que otorga turnos ya no abrirá de tarde. Rebruj dijo además que se limitará la atención en Neonatología y Rayos, así como en Archivo de Historias Clínicas, por lo que "los médicos no las van a tener" en la consulta.

"Se afectan tanto los servicios con atención al público como los sin atención", dijo el delegado sindical, ya que "todos los procesos administrativos en el hospital cumplen un rol fundamental en el desarrollo de la atención de los pacientes".

El punto es que, desde el 1º de enero, las "60 horas extras promedio que cumplía cada empleado administrativo cayeron a 30". El tope para camilleros y enfermeros, que desempeñaban de 90 a 120 extras, ahora quedó en 70. A esta altura del mes, razonó el sindicalista, ya se cubrieron todas, lo que hace que algunos servicios queden sin personal.

"Eso sin contar lo que implica la medida salarialmente", sostuvo Rebruj. Y recordó que buena parte de los administrativos del centro asistencial revistan en una categoría 11, lo que significa un sueldo de 13.900 pesos. "Cualquier compañero va a cobrar cinco mil pesos menos y les va a ser muy difícil llegar a fin de mes", sostuvo.

El malestar, dicen, ya comienza a agitarse también en otros ámbitos de Salud, como el Cemar, el Clemente Alvarez y el Vilela. En el Sáenz Peña, afirman, se acentúa por la gran cantidad de pacientes que reciben.