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  • Coronavirus: el mundo en crisis

18:47:17 20/11/2017

La petrolera estatal venezolana se hunde en su peor crisis desde su creación en 1976

Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo pero sufre una escasez de combustibles sin precedentes y su petrolera estatal PDVSA acaba de ser declarada en default, en el contexto de la sostenida caída de la producción y las exportaciones de crudo en los últimos tiempos. Años de desmanejos, falta de inversión y expulsión de los mejores profesionales han llevado a la mayor empresa de Venezuela a una profunda crisis, en agudo contraste con las petroleras de otras naciones. Diversos informes dan cuenta de la grave situación de PDVSA, tanto bajo el presidente Nicolás Maduro como con su predecesor, el fallecido Hugo Chávez.

El régimen atribuye el desabastecimiento de combustibles y la crisis de la petrolera a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos bajo Donald Trump, que llegó al poder en enero pasado. Pero el juicio de los analistas de la industria es otro: la crisis es anterior y el colapso se debe a que las refinerías venezolanas funcionan al 30% de su capacidad. Y esto se debe a la falta de inversión durante muchos años y a la expulsión de personal idóneo. Venezuela sigue siendo el país con la mayor cantidad de reservas, de 297.000 millones de barriles, pero, tras haber sido históricamente uno de los tres principales productores y exportadores, desde 2015 no figura ni siquiera entre los primeros diez. Y en esto Trump no tiene nada que ver.

"Las dos procesadoras del crudo extrapesado venezolano, Amuay y Jose, han dejado de recibir inversiones en mantenimiento y la impericia del personal gerencial ha deteriorado sus instalaciones", afirmó Nelson Hernández, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería a la agencia de noticias Télam. La situación actual "es producto de años de destrucción de PDVSA y empezó en 2003, cuando Hugo Chávez expulsó a 20.000 profesionales y técnicos de la industria, luego de un paro nacional de 72 días". En ese momento Chávez hizo algo más: intervino la caja de PDVSA y la pasó directamente al gobierno. En la sigla PDVSA, las dos últimas letras están por Sociedad Anónima. Es la forma jurídica que adquirió la estatal cuando se nacionalizó la industria, en 1974. A diferencia de muchas otras empresas estatales, PDVSA había tenido hasta la llegada de Chávez un alto nivel de profesionalismo. Esto se perdió por completo a partir de la purga de sus mejores cuadros técnicos por parte del fundador de la "revolución bolivariana" y su politización de PDVSA. "La baja producción de crudo hace que no tengamos qué procesar, y el racionamiento de la gasolina es expresión de la crisis de la empresa más importante del país", indicó Hernández.

El especialista recordó que Amuay era el segundo mayor complejo refinador del mundo en 2012, cuando se registró una explosión "con pérdida de vidas y de instalaciones medulares de procesamiento de combustible que no se han recuperado". El chavismo no tardó en denunciar un complot.

En 2009, Venezuela comenzó a importar combustible de Estados Unidos para el mercado interno y abastecer a sus socios de Petrocaribe, alianza creada por Chávez para para vender petróleo subsidiado a 16 países vecinos. A cambio, el chavismo les exige alineamiento político y apoyo en los foros internacionales. Pero esta jugada política tiene un costo extra en pérdida de divisas. En especial, esto vale para Cuba, gran consumidora del crudo barato que le manda Venezuela.

Aunque fue anunciada como "transitoria" mientras presuntamente se fortalecía el sistema refinador local, la importación de hidrocarburos "permanece en tiempos de crisis económica" aun cuando "el gobierno de Maduro no tiene cómo pagar por adelantado las importaciones, como exigen los traders internacionales", advirtió Hernández. Por esto, dos calificadoras de riesgo crediticio declararon la semana pasada a PDVSA en default, por haber cancelado con demora vencimientos de capital de dos series de bonos de deuda.

Según Energía 16, la caída de la producción petrolera complica las finanzas de PDVSA, al "escapársele por ese concepto más de 9.000 millones de dólares en el último año". Esa cifra sería lo que PDVSA recibiría si su producción se encontrara en los mismos niveles de 2008, cuando producía 2.487.000 barriles diarios. Desde ese año y hasta septiembre de 2017, la producción se ha derrumbado en 597.000 barriles, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Agosto pasado fue uno de los peores meses. Según el diario El Nacional, la producción cayó ese mes 31.900 barriles, al pasar de 1,95 millones de barriles en julio a 1,91 millones por día en agosto. Desde diciembre de 2016 hasta agosto de 2017 PDVSA ha dejado de producir 103.000 barriles diarios. La drástica baja de la producción le impide a Venezuela aprovechar el firme repunte de los precios. La cesta petrolera venezolana promedió $44,27 el barril en los nueve primeros meses de 2017, un alza de 32% interanual. Incluso el valor del barril de la cesta venezolana ha alcanzado esta semana los 54,7 dólares. Un valor que le permitiría a Venezuela holgados ingresos por exportaciones.

Nafta "regalada"

En Venezuela se consumen unos 200.000 barriles diarios de naftas y 150.000 de gasoil, que se despachan desde seis centros de distribución manejados por el Estado. El precio sigue estando enormemente subsidiado. La gasolina "es gratis" en un país que se hunde en la hiperinflación y la falta de alimentos y medicinas. El litro de gasolina cuesta un centavo de dólar contra un precio global promedio de 1,09 dólar. Incluso en potencias petroleras, que también subsidian el consumo interno, el precio es sustancialmente más alto. En el caso de Irán, el litro de gasolina vale 0,34 dólar, y en Arabia Saudita, 0,24.