Los policías implicados en el caso de la muerte de Franco Casco, el joven que luego de estar desaparecido durante 23 días fue hallado muerto en las aguas del río Paraná a fines de 2014, fueron trasladados a otros penales ubicados fuera de la provincia, pese a la fuerte oposición de sus defensores.

Veintiocho de los efectivos implicados en la causa fueron derivados a una cárcel de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que los exintegrantes de la División de Asuntos Internos fueron derivados al penal de la localidad bonaerense de Marcos Paz, a excepción del exdirector de esa dependencia, Aníbal Candia, quien quedó alojado en la cárcel de Las Flores, en la ciudad de Santa Fe.

Los traslados -cuestionados por los defensores de los detenidos- fueron ordenados por el juez federal Carlos Vera Barros, quien en la imputación que hizo sobre los policías requirió que fueran transferidos a la órbita del Servicio Penitenciario Federal, lo que implicaba trasladarlos fuera de la provincia de Santa Fe.

Franco Casco, un albañil oriundo del partido de Florencio Varela en el conurbano bonaerense, llegó a Rosario a fines de 2014 para visitar a unos familiares. El 6 de octubre abandonó la casa de su tía para volver a su ciudad natal, pero nunca llegó a destino. Después de estar desaparecido 23 días, su cuerpo sin vida fue hallado en una zona costera del río Paraná, por Prefectura Naval.