El jefe de la Policía de Investigaciones (PDI), Daniel Corbellini, afirmó que el ataque sufrido el miércoles a la noche por el vicepresidente de Newell´s Old Boys no fue un intento de amedrentamiento, "fue directamente hacia su persona" y que la vida del dirigente "corrió serio riesgo". Corbellini también confirmó que el dirigente y su familia poseen custodia de la Tropa de Operaciones Especiales. "La casualidad hizo que no haya otro resultado que hoy estaríamos lamentando aún más. Disparar con un arma de fuego hacia un vehículo, hacia la humanidad de la persona que conduce, más su hijo que iba adentro, eso no es para amedrentar. Fue un ataque directo hacia la humanidad de D'Amico", afirmó el funcionario policial. El comisario Corbellini expresó que la camioneta en la que se desplazaba D'Amico recibió "tres impactos de bala", pero aclaró que en la zona donde se produjo el ataque se secuestraron "una decena de vainas servidas". En declaraciones a La Tres, el jefe de los investigadores señaló que "no hubo una persecución. Lo tomaron por sorpresa, según declaró la víctima. El ataque ocurrió en unos instantes. D'Amico sale en busca de auxilio hacia el móvil policial que estaba apostado por Pellegrini a unas cuadras del lugar del ataque. El vehículo en el que iban los atacantes tomó en otra dirección". El ataque ocurrió en Montevideo y Valparaíso. D'Amico conducía su camioneta y junto a él viajaba su pequeño hijo al que había pasado a buscar minutos antes del complejo de fútbol infantil "Malvinas Argentinas". En esas circunstancias, desde un Renault Clio gris que se puso detrás de la camioneta partieron al menos una decena de disparos de grueso calibre. Dos de esos proyectiles perforaron la luneta del rodado de D'Amico y otro rozó el lateral izquierdo de la carrocería. La investigación de este caso quedó a cargo de la fiscal de las causas sin imputados, Verónica Caíni, quien ya investigaba los ataques al departamento del secretario del equipo del Parque, Claudio "Tiki" Martínez.