Con la mira puesta en erradicar la violencia en el fútbol, acción que consideró como una "política de Estado" para el Gobierno, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, concurrió al Senado a agilizar el tratamiento de un proyecto de ley que tipifica la figura penal de barrabrava y agrava penas en un tercio para los delitos cometidos "antes, durante o después" de un "espectáculo futbolístico".

Además de la tipificación del delito de barrabrava, la iniciativa crea y castiga figuras novedosas, como la del "servicio de cuidacoches" e incorpora al Código Penal como delito, penado con seis meses a dos años de prisión, la tenencia, portación e introducción a un estadio de fútbol de "objetos cortantes, instrumentos contundentes, artefactos químicos, de pirotecnia, inflamables, asfixiantes o tóxicos".

Además, les quita a los clubes la facultad de manejar el derecho de admisión a las canchas. "La prohibición de concurrencia ya no pertenecerá a los clubes, será una cuestión administrativa del Estado Nacional, que se hará cargo de a quién incluye en la lista", sentenció Bullrich.

La ministra defendió la iniciativa en la necesidad de afectar a las fuerzas policiales a su función primordial, que es la de garantizar la seguridad ciudadana. "No podemos seguir gastando recursos en los partidos, no podemos dejar los fines de semana a la gente sin seguridad para atender a los barrabravas", afirmó Bullrich.

El proyecto se refiere a las barras cuando establece una pena de prisión "de dos a ocho años" para quien integre "una asociación o grupo de tres o más personas que esté destinado a cometer con habitualidad cualquiera de los delitos previstos" en la iniciativa.