El primer semestre de 2016 está siendo durísimo para el sector productivo santafesino. A medida que los ríos, arroyos y las lluvias iban anegando tierras productivas, los industriales veían cómo productos importados empezaban a tener cada vez mayor espacio en las góndolas de los supermercados nacionales. Sector por sector le fueron acercando su preocupación al ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, que asegura haber ido a más de 10 audiencias en Buenos Aires para plantear puntualmente el problema que las importaciones están generando a la industria santafesina.

Lo que eran datos sueltos que iban recogiendo los industriales terminó de tomar forma cuando cerró el primer cuatrimestre. En una comparación de ese período con el mismo de 2015 se puede ver el incremento en el ingreso de productos foráneos: en línea blanca, entre 130 y 190%; muebles y sus partes, armario, sillas, entre otros, más del 200%; campanas de freno 40,66%; rueda para remolques 10,43%; línea del calzado 20%; electrodomésticos 25%. “Son cosas que hacemos en Santa Fe”, se lamentó Contigiani.

Pero a la presión que meten los productos que llegan fundamentalmente desde China y Brasil también se suman otros factores como la caída del consumo por una menor actividad económica y aumentos de los costos de producción, algo que está vinculado directamente a los tarifazos en la energía eléctrica y el gas natural. Además, en el caso de la fabricación de heladeras, se suma la baja demanda estacional.

Esta combinación de factores hizo que el sector de la línea blanca –que tiene un gran desarrollo en Rosario y su zona de influencia– haya tomado decisiones como la suspensión de turnos, de horas extras, ingresar en procedimientos de crisis, entre otras. Y en agosto o septiembre verán si las cosas cambiaron para tomar decisiones de corte definitivo. “Todavía hay un colchón para poder esperar. La estrategia de los empresarios es aguantar hasta el segundo semestre bajando costos, y básicamente es costo laboral. Están ganando tiempo para ver qué pasa en agosto, si repunta o no. Están trasladando las decisiones a esa fecha porque todavía tenían un colchón de productividad. Pero aquí también están en crisis los proveedores y las pequeñas fábricas de 100 empleados que trabajan para las grandes, como Gafa que debe tener mil empleados”, graficó el ministro.

Además, Contigiani remarcó que se trata de “trabajo intensivo”, son empresas que emplean a muchos trabajadores. Asimismo, son pyme que hicieron una gran inversión en la gestión productiva, en el método de producción, en bienes de capital que hoy se ven amenazados por el ingreso de productos importados.

Para esta situación hay dos explicaciones posibles: algunos apuntan a contenedores que estaban parados y que la Aduana los liberó de golpe. Mientras que otros están pidiendo desarrollar mecanismos más complejos para el ingreso de productos y, así, defender la industria nacional. “Sea lo que sea hay dificultades y está ingresando esta cantidad de productos”, señaló Contigiani.

Un plan integral

Ante este panorama el gobierno provincial junto a la Federación Industrial de Santa Fe (fisfe) está elaborando un documento de propuestas concretas para defender a estos sectores de la industria. “Es un muy buen documento integral de administración de comercio exterior que trabajamos con todos los sectores de la industria lo vamos a elevar la semana que viene. Ese trabajo contiene una serie de propuestas concretas para trabajar con cada sector y tratar de defenderlos de los productos importados. Cuando lo terminemos vamos a pedir otra audiencia para presentarlo”, adelantó el funcionario.

Si bien Contigiani no brindó detalles del documento porque aún no está cerrado, en líneas generales plantea una serie de políticas para administrar el comercio exterior con el objetivo de proteger a diferentes sectores de la industria. La batería de propuestas dirigida al Gobierno Nacional, que es el que administra la macroeconomía, abarcan a la Aduana, normas técnicas o especificaciones de productos, ampliar el grado de integración de partes de origen nacional, exigir el cumplimiento de normas vigentes en la Argentina, que el Inti renueve y acreciente todo el protocolo de certificación, incentivar el compre nacional, entre otras.

Al ser consultado sobre si ve voluntad en el Gobierno Nacional para defender a la industria, Contigiani dijo: “Yo no analizo en blanco y negro a los gobiernos. No lo hice con el anterior, tampoco lo hago con este. En el secretario de Industria (Martín Echegoyen) encuentro a una persona que entiende la problemática de cómo impactan las importaciones en la industria, que hay que trabajar en el corto plazo con la protección y en el mediano con hacerlas competitivas con Brasil, porque con China no hay parámetros para competir. Pero para competir con Brasil hay que hacer muchas cosas antes, por lo menos que el combustible de la Argentina no sea el más caro de toda la región. Cuando generemos condiciones de igualdad uno podrá exigir a los industriales que sean competitivos con Brasil, pero hoy eso es injusto porque los combustibles, el acero y la energía son más caros en la Argentina”.

“Después hay otros sectores del gobierno que van a contramano, como las políticas de enfriamiento de la economía o la de tarifas. Hay funcionarios que tienen vocación de trabajar con las pyme, de protegerlas, pero hay otros que plantean aumentos de tarifa de 1.000% sin ningún plan integral; o una estrategia monetarista que frena la economía y el consumo, perjudicando a las pyme que son las que sostienen el empleo asalariado junto al comercio. Ahí veo un proceso contradictorio. No veo una estrategia de políticas públicas bien integrada”, añadió.

Luego disparó: “No se entiende que tengamos una política monetarista de bajar la inflación, castigando el consumo, y por otro lado el que más inflación generó fue Aranguren (Juan José, ministro de Energía) vía tarifas. Tarifas que se aplican con una rigidez que no les permite capacidad de reacción ni planificación a las provincias ni a las empresas, ni al comercio. Son actualizaciones del 1.000% en la electricidad y 1.500% en el gas”.

“Tomar una decisión de esas –continuó– sin una estrategia económica, sin una visión integral, sin una política pública, es una contradicción. La inflación de abril es toda de Aranguren. El 7% de abril es toda tarifa y combustibles que terminan en la góndola con precios disparados y a la vez provoca una caída del consumo abrupto, que va a bajar la inflación por enfriamiento económico y eso perjudica a las pyme. Se genera una rueda que es para preocuparse”.

La actividad primaria santafesina sufrió los embates de una crisis hídrica casi sin precedentes. Ahora las alarmas suenan en los distintos sectores de la industria por la caída del consumo, el aumento de costos impulsado por las tarifas eléctricas y de gas y la incipiente invasión en las góndolas de productos extranjeros. La industria nacional, y la santafesina en particular, necesitan claras señales de protección. Ahora es momento de ver si hay voluntad política de tomar las medidas necesarias.

La oportunidad de quebrar la tendencia

“Tuvimos un semestre con una emergencia hídrica extraordinaria con pérdidas de 2.000 millones de dólares en el aparato productivo santafesino sin cuantificar los daños en infraestructura en general. Lo único que tuvimos por parte del Gobierno Nacional fueron 25 millones de pesos. Estamos en un semestre muy difícil”, dijo el ministro de la Producción, Luis Contigiani.

“Agroactiva –del 8 al 11 de junio– nos tiene que ayudar a quebrar la tendencia de este semestre que viene muy complejo. Para las pyme, los servicios, el comercio, los artesanos, las cooperativas, el aporte técnico de las asociaciones, Agroactiva va a ser una oportunidad. Es la posibilidad que tenemos en junio de quebrar esa tendencia”, agregó y aseguró que Santa Fe participará de forma activa con un stand que va a tener muchísimos expositores, eventos de carácter técnico, entre otras cosas.

Fuente: Uno Santa Fe