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19:58:48 19/05/2016

Imputaron a otro adolescente por el crimen de un comerciante de barrio Belgrano

Un nuevo acusado por el crimen del comerciante Mauricio Brandán se sentó en el banquillo. Le achacaron ser coautor de un homicidio que se pena con prisión perpetua, le leyeron las evidencias en su contra y se detalló el rol que le atribuyen en el fatal asalto: haber amontonado ropa y un celular en una mochila mientras un cómplice disparaba al corazón de la víctima. Pero todo ese despliegue quedó trunco al descubrirse que el joven, de 18 años, era menor de edad al momento del hecho. Por eso quedó arrestado sin imputación, a la espera de ser interrogado en un juzgado de Menores.

Ezequiel Iván P.  llegó como cualquier detenido a una audiencia imputativa ante el juez Carlos Leiva. Como es rutina, al inicio brindó sus datos personales: dijo que estudió hasta séptimo grado, que no trabaja y que nació en Rosario el 4 de noviembre de 1997. Pero nadie en la sala pareció advertir que cumplió la mayoría de edad un mes y siete días después del crimen de Brandán, baleado el 26 de septiembre pasado por uno de los dos ladrones que lo sorprendieron cuando estaba por cerrar su pilchería de Provincias Unidas 1584.

La audiencia, esperada con ansias por familiares del comerciante, siguió su curso habitual. La fiscal Marisol Fabbro acusó a Ezequiel P. como coautor de un homicidio calificado criminis causa, es decir, cometido para garantizar un asalto. Le asignó haber entrado el negocio y sustraído ropa de hombre mientras su cómplice le disparaba a Brandán. Detalló los dichos de testigos, escuchas y una declaración bajo identidad reservada que lo complican. En cada paso procesal le preguntaron si comprendía, a lo que respondió de manera lacónica y dudosa. Hasta lo invitaron a declarar, pero se negó.

Cuestión de edad. Recién cuando llegó su turno, los defensores Carlos Varela y Adrián Martínez se despacharon con el dato que terminó torciendo el rumbo de la audiencia. "Vamos a solicitar la inmediata libertad de nuestro cliente porque era menor de edad al momento de la comisión del hecho", lanzó Varela, y en el acto planteó un hábeas corpus por la detención "arbitraria, ilegal e injusta" del muchacho ante una autoridad "que no es competente".

Fabbro replicó no haber advertido que "por un mes y chirolas" el acusado no puede ser tratado penalmente como mayor de edad. Pidió que no se acepte la libertad del joven y que intervenga el juzgado de Menores que estaba en turno a la fecha del hecho. Eso dispuso Leiva al dictaminar que la detención es válida.

La imputación al estilo del nuevo sistema penal naufragó, pero entonces ya estaban todas las cartas sobre la mesa. Sin que se opusiera la defensa, la fiscal había leído toda la prueba que implica al joven, incluidas escuchas a su celular. Para la acusación, el muchacho es quien responde al sobrenombre de "Pelado" u "Ojón" y quien entró al negocio junto con el tirador.

Un homónimo. Bajo el mismo cargo, en marzo había sido acusado un homónimo: Alejandro Ezequiel P., de 24 años y empleado de una empresa recolectora de residuos que, además de llamarse igual, vivía en la misma zona que el último detenido. Dijo que no tenía nada que ver y quedó en libertad al no ser reconocido por cuatro vecinos de Brandán.

Esos testigos vieron cuando cuatro jóvenes llegaron en dos motos, una roja y una negra, a calle Pampa y Provincias Unidas. Los acompañantes bajaron y corrieron en dirección al negocio. A uno de ellos, que sería P., lo describieron como un joven de "un metro 75, flaquito y de corte taza rapado a los costados", tal como el que lucía el detenido. En menos de diez minutos vieron volver corriendo a su cómplice, arma en mano, y subir a una de las motos. Este asaltante sería Jorge Alexis M., detenido en enero, a quien acusan de efectuar el disparo y que fue reconocido por los cuatro testigos. Este miércoles le prorrogaron la detención preventiva sin plazo.

Quien lo buscó en la moto sería Nahuel Alejandro C., alias "Chino", de 19 años, también preso desde el verano. El motociclista que levantó al Pelado en Montevideo y Provincias Unidas sigue prófugo.

Imputación. La imputación a P. se funda en un testigo de identidad reservada del barrio Santa Lucía que sindicó a los sospechosos con nombre y apellido y contó que "andaban por el barrio mostrando las cápsulas" calibre 32 usadas en el hecho. Incluso precisó el rol de cada uno. Dijo que Pelado contaba por el barrio que "mientras él agarraba los vaqueros escuchó los disparos".

"Esperamos que encuentren al prófugo para cerrar el círculo. Quisiera la condena para los cuatro. Así se pudran en la cárcel no voy a ser feliz, pero voy a lograr que nadie más sufra", dijo tras la audiencia fallida Cristian Brandán, hermano de Marcelo, quien justo cruzó a un quiosco a comprar una gaseosa cuando ocurrió el ataque. Se preguntaba "cómo hace un pibe de 18 años sin trabajo para pagar un abogado como Varela". Un rato antes su padre, José Brandán, se constituyó como querellante, representado por el abogado Pablo Casella, con la intención de evitar penas atenuadas.