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22:40:24 04/05/2016

Rechazan la excarcelación de Lázaro Báez

La sala 4 de la Cámara de Casación Penal rechazó este miércoles el pedido de excarcelación del empresario santacruceño Lázaro Báez, detenido desde hace un mes por presunto lavado de dinero.

Báez quedó arrestado el pasado 5 de abril pasado cuando un vuelo privado que lo transportaba desde Río Gallegos aterrizó en el aeródromo bonaerense de San Fernando y en el mes que lleva preso hubo otras dos personas de entorno apresadas, un arrepentido, siete indagados y más de 50 allanamientos a sus propiedades.

La defensa de Báez había argumentado que existía un plan de vuelo para el traslado del acusado a Buenos Aires en un avión privado, al cuestionar el motivo que llevó a su detención y reclamar que sea excarcelado.

Lo hizo a través de un escrito entregado por la mañana a la sala II de la Cámara Federal porteña, donde también pidió la excarcelación el contador de Báez, Daniel Pérez Gadin.

La defensa afirmó que su defendido no es "la mano derecha" de Báez, como se lo quiere hacer aparecer en la causa por lavado de activos en la que fue detenido por orden del juez federal Sebastián Casanello.

Báez y Pérez Gadin están presos en el penal bonarense de Ezeiza por orden de Casanello, quien rechazó excarcelarlos al entender que hay peligro de fuga y de obstaculización de la investigación.

Los días de Lázaro preso

Báez cumple este jueves su primer mes en el Servicio Penitenciario de Ezeiza, donde no ha recibido más que las visitas de tres amigos y sus abogados, mientras pasa sus días en silencio, sin socializar con sus compañeros de pabellón, respetando su rutina de dormir siesta y sin indicios de depresión.

"En este primer mes recibió las visitas de tres amigos (Gustavo Coramidas, Diego Navarro y "el viejo Sofo"), pero ni siquiera lo visitan los tres días de la semana que están destinados a recibir visitas, sino que se turnan. Uno va un lunes, otro un sábado, y luego el otro, el lunes siguiente", dijo a la agencia Télam una fuente de la investigación.

Agregó que de su familia "nadie lo visitó", y que sus amigos no le llevan comida, sino sólo unos sandwiches para compartir durante la visita, que se desarrolla en una especie de salón de usos múltiples, con mesas y sillas, y que por lo general es más corta que las dos horas de las que disponen.

"Una vez terminadas las visitas, Báez deja lo que sobró de comida, y entra, sin nada, nuevamente a su pabellón", contó la fuente.

Según dijo, "Báez come la comida del Servicio Penitenciario Federal, no se queja, y no pide que le traigan algo distinto ni que sus compañeros de celda cocinen algo especial, algo muy común en los pabellones, donde algunos detenidos son muy afectos a cocinar".

Los compañeros de pabellón, que son 14, todos mayores de 50 y de baja conflictividad, condenados por delitos como evasión o estafa, "lo están midiendo", porque entre ellos no hay intercambios verbales y Báez se muestra "desconfiado" y "aislado".

"Báez no habla con nadie, sale al patio del pabellón, camina, se sienta, y luego del almuerzo pide ir a su celda, donde duerme una siesta", agregó la fuente, que aclaró que "no es muy común" que los habitantes de una prisión pidan ir a la celda a dormir una siesta, ya que por el mismo encierro prefieren estar en el patio y los lugares más amplios que tienen en el pabellón.

La celda de Báez, de 7,5 metros cuadrados, sólo tiene una cama, un escritorio, un inodoro y un lavabo antivandálicos, una característica para evitar que los presos los rompan y los usen como armas.

En su celda, el empresario no tiene libros, televisión ni radio, algo que les proveen siempre sus familiares o amigos, y tampoco mucha ropa sino apenas "tres joggings que se los va cambiando, un par de remeras, un buzo, y zapatillas, todo sin marca", consignó la fuente.

Dijo además que en este primer mes tampoco pidió medicación, fuera de lo que le recetaron los médicos del Hospital Penitenciario Central luego de la evaluación que marcó su ingreso, y que se corresponde con un cuadro de diabetes y presión alta.

"No se quebró nunca, no se lo ve deprimido, ni afligido, y eso llama la atención", soltó la fuente, que señaló que por lo general los presos pasan un período de depresión durante los primeros días en la cárcel, mientras que a Báez se lo nota "totalmente frío, cerrado".