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  • Coronavirus: el mundo en crisis

10:47:31 03/04/2016

La merma en el consumo ya se siente en los supermercados y almacenes

La merma en el consumo ya comenzó a sentirse en los supermercados, almacenes y autoservicios de la ciudad. Según señalan desde las organizaciones que nuclean a esos comercios, las ventas cayeron entre un 10 y un 15 por ciento desde que se inició el año. El dato marca una señal de alarma ya que en algunos casos la baja llegó a productos de consumo básico, como alimentos, bebidas y elementos de limpieza. Y también comenzó a modificar los hábitos de compra, sobre todo en sectores de menores recursos. En tanto, el ajuste en los servicios, sobre todo en la luz, puso en jaque a pequeños negocios del sector y amenaza con profundizar la retracción de la demanda.

La caída del consumo, que según distintas mediciones a nivel nacional comenzó a notarse a fines del año pasado y se agudizó este 2016, se engloba en un estancamiento general de la economía y aceleración de la inflación, que en marzo llegó al 3,5 por ciento y en abril, por la suba de los servicios públicos, podría llegar al 6 por ciento, de acuerdo a varias consultoras.

Como parte de ese escenario, los salarios quedaron retrasados porque el cierre de paritarias de este año (ante la incertidumbre) se dilató y recién ahora se está destrabando. Ese es el marco en el que de a poco se empezó a percibir la merma en elementos de consumo básico.

Según Mariano Martín, titular de la Cámara de Supermercado y Autoservicios de Rosario (Casar), las ventas cayeron en algunos comercios hasta un 10 por ciento. “Eso se ve tanto en unidades como en facturación. Y se da sobre todo en los negocios de cercanía, de barrio. Por ejemplo, mientras antes había gente que iba unas cinco veces a la semana a comprar, ahora va tres”, contó el empresario.

Tras eso, hizo eje en el cambio de hábito que ya se palpa en algunos clientes y el “deterioro” en la venta de productos de primera necesidad. “Se compra menos carne y el consumo tiende a irse en estas situaciones hacia los fideos, otras pastas y arroz. Son conductas que ya hemos vivido en otros momentos, cuando se pierde tanto poder adquisitivo”, explicó Martín.

Casar nuclea a 90 empresas que, en conjunto, suman 380 supermercados y autoservicios en Rosario y el sur de Santa Fe. Las más grandes son Micropack, Dar y La Reina. También revistan allí firmas y cadenas de mediana escala como Único, Arcos Iris, Delfín y Coty, entre otras.

Para el presidente de la entidad, el fuerte ajuste en los servicios, sobre todo de la luz, amenaza ahora con complicar aún más el panorama.

“Esto es sumarle un problema al consumo en baja. No va a quedar otra que trasladarlo a los precios. No se puede asumir el costo. Creo que abril va estar más complicado. Y si bien para después se esperaba un repunte por la suba de salarios tras las paritarias esto le puede poner un freno. Estamos muy preocupados. Ya hemos elevado una nota con un pedido de reunión a las autoridades de la EPE y el gobierno provincial. Queremos que el incremento se revea”, manifestó Martín.

Los chinos

En tanto, desde Cedeaspa, una de las cámaras que agrupa a los supermercados de capitales chinos, también calcularon que la demanda en este sector del comercio minorista bajó cerca del 10 por ciento. La titular de la entidad, Yolanda Durán, señaló que “no hay estabilidad de precios”, lo que hace que la gente “compre lo justo”.

“Los clientes se llevan lo imprescindible. Antes venían por las compras de carnicería y verdulería y se llevaban otros productos del salón. Hoy compran sólo lo necesario para el día”, sostuvo la directiva de uno de los sectores más extendidos en el comercio en los últimos años. Según estimaciones de la entidad, ya son más de mil los súper chinos distribuidos en toda la provincia.

“Los clientes se lo dicen al comerciante: con estos aumentos de precios la plata no alcanza, mientras que los supermercados siguen recibiendo la mercadería con aumento semana tras semana”, agregó Durán, quien luego describió el cambio de hábito en las compras diarias. “Antes la gente se llevaba dos artículos de cada producto, ya fuera gaseosas o paquetes de fideos, y ahora compra lo justo”, insistió.

Al ser consultada sobre por qué los proveedores alzan el precio de sus productos, la mujer indicó que “mientras que aumente el combustible, la luz, los impuestos, los sueldos, es lógico que los valores suban, todo se carga al costo del producto”.

Los chicos

Por su parte, en los almacenes la merma llega hasta un 15 por ciento en los barrios más postergados.

“Ojo, la retracción se nota en el centro también. En general hay dos cuestiones que llevan a la baja. Por un lado, están los que tienen menos recursos y no les alcanza. Y por el otro se ve en los sectores medios que hay mucha más cautela. La gente está más precavida”, sostuvo Juan Milito, titular del Centro Unión Almaceneros de Rosario.

La entidad agrupa a los comercios y autoservicios con menos de cuatro cajas. Según Milito, en Rosario hay entre 5 mil y 6 mil negocios de este tipo.

El referente de los almaceneros también indicó que a los pequeños negocios el impacto de la suba en la luz los afectará con más fuerza.

“Si uno ve reflejado el 28 por ciento de aumento que hubo en el primer bimestre, que fue el incremento provincial, y después el segundo por la quita de subsidios, la sumatoria da alrededor del 100 por ciento en el incremento de la tarifa de energía”, señaló Milito.

Para el dirigente será complicado hacer frente a tamaño incremento. Y también muy difícil absorberlos, por lo que la realidad los deja en una situación muy compleja.

“Esto es grave porque no se puede trasladar ese incremento en los costos a los precios, porque la gente no está respondiendo con la compra. Por eso nuestra preocupación, porque cuando en los primeros días de abril haya que pagar la nueva factura eléctrica vamos a tener inconvenientes. Y a eso hay que sumarle el alquiler y los otros gastos, lo que hace que nuestros negocios estén por debajo de la línea de flotación y algunos puedan cerrar las puertas por no poder afrontar los aumentos”, cerró el referente de los almaceneros de la ciudad.

Venta de pan, por el piso

Durante la semana también se conoció que los panaderos están preocupados por la baja en las ventas y los incrementos en las tarifas de la luz. Jorge Vitantonio, vicepresidente de la Asociación Industriales Panaderos de Rosario, señaló que “es difícil trasladar ese aumento a los precios porque el consumo de pan cayó un 50 por ciento en los últimos tres meses”. “No sé de dónde sacaron este incremento del 200 por ciento de la luz, que en algunos caso llega hasta al 300”, sostuvo en declaraciones a la emisora local LT8.

Fuente: El Ciudadano