El presidente de la Nación, Mauricio Macri, recibió en su despacho de la Casa Rosada a la cúpula de la Iglesia, encabezada por el titular de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, y el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli.

En su primer encuentro como jefe de Estado con las autoridades eclesiásticas, Macri estuvo acompañado por el jefe de gabinete, Marcos Peña y Santiago Estrada, quien fue designado como nuevo secretario de Culto. Si bien no se dieron a conocer detalles sobre los temas abordados, los prelados concurrieron a la Casa de Gobierno para transmitirle personalmente al jefe de Estado las felicitaciones por el inicio de su mandato, así como también brindarle los tradicionales saludos de Navidad y Año Nuevo.

Más allá del encuentro protocolar, la Iglesia manifestó su interés para que la lucha contra el narcotráfico se convierta en una de sus principales políticas de Estado. El combate contra la droga fue uno de los tres ejes sobre los que basó su discurso de campaña el candidato de Cambiemos, además de “pobreza cero” y la “unión de los argentinos”.

En ese sentido, la Conferencia Episcopal Argentina recordó que en su última Asamblea Plenaria, realizada en noviembre pasado, el documento final había llevado el título “No al narcotráfico, sí a la vida plena”.