La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó que el narcotráfico y el narcomenudeo representan un “drama nacional” que han crecido “enormemente” en el país en los últimos años, y solicitó a los tres poderes del Estado la implementación de políticas “concretas y firmes” para combatirlos.

Así lo afirmaron en un mensaje titulado “No al narcotráfico, sí a la vida plena” que presentaron en una conferencia de prensa el titular del organismo, monseñor José María Arancedo; el presidente de la Pastoral Social, Jorge Lozano; y el responsable de la Pastoral Nacional de Drogadependencia, Fernando Maletti.

“Buscamos llamar la atención sobre este tema y que no se caiga de la mesa política del país. La Argentina necesita tomar conciencia de este tema. Es un problema de Estado y no de un gobierno”, afirmó Arancedo en la rueda de prensa en la sede de la CEA.

En el documento, que contiene citas del papa Francisco, los obispos argentinos mencionaron el problema del narcotráfico como un “drama nacional” y reclamaron una “profunda transformación cultural” así como “políticas de Estado” para el combate a ese flagelo.

“Se necesitan políticas de Estado que sean adecuadas y explícitas, concretas y firmes, para eliminar el narcotráfico y el narcomenudeo”, reclamaron los prelados en el texto, alentando a la sociedad a una “conversión urgente” ante esta problemática que “desintegra el tejido social” del país.

Asimismo, remarcaron que “es doloroso constatar que las drogas, signos de esclavitud, se producen en la Argentina” y advirtieron que “es creciente la cantidad de gente que produce en su casa el paco u otros preparados perniciosos y luego lo comercializan sin escrúpulo, llegando al atropello de mandar a los propios hijos o nietos a vender drogas”, aunque marcaron la “gran distancia entre el grado de responsabilidad del narcotraficante y el del chico pobre que es utilizado finalmente para hacer llegar la droga”.

Es en ese marco que los obispos abogaron por la necesidad de una “profunda transformación cultural” y consideraron que la “globalización de la indiferencia, que genera una cultura individualista centrada en el consumo, es la que da el marco propicio para la expansión de las redes del narcotráfico”.

Fuente: La Capital