Luego de que en las últimas horas se confirmaran cambios en la composición del gabinete municipal, especialmente en las áreas relacionadas con la seguridad y el control, ediles opositores salieron a entregar su primer análisis sobre las modificaciones. En líneas generales, los concejales aseguraron haber recibido con beneplácito la movida que anunciará oficialmente mañana, a las 9, la intendenta Mónica Fein.

Como publicó ayer El Ciudadano, Fein decidió crear la Secretaría de Control, área que será conducida por el hasta ahora secretario de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Pablo Seghezzo. El funcionario tendrá a su cargo la Guardia Urbana Municipal (GUM), Control Urbano, la Dirección de Inspección de Comercios e Industrias, de Tránsito y el Centro de Monitoreo del Transporte y las cámaras de seguridad.

Seghezzo estará acompañado por Mónica Alvarado, que actualmente se desempeña como gerenta del Ente de Transporte de Rosario, y su lugar en Servicios Públicos será ocupado por la actual titular de la Agencia de Seguridad Vial, Clara García.

Si bien el dato aún no fue confirmado oficialmente y las nuevas autoridades y retoques en la estructura municipal serán anunciados mañana en el Palacio de los Leones, es casi un hecho que serán desplazados varios funcionarios de sus cargos. Entre ellos se encuentran el actual subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita; el director de Control Urbano, David Sánchez; el director del Centro de Monitoreo, Patricio Campbell, y el titular de la GUM, Gustavo Franco.

Con todo, el secretario de Gobierno Fernando Asegurado, de quien dependían todas esas áreas, se quedará sin una buena porción de poder pero seguirá actuando siempre cerca de la intendenta y participando de las decisiones importantes, sobre todo en el trazo político de la gestión.

Como ya fue explicado por este diario, son varias las razones que impulsaron a la intendenta a tomar la decisión que se conoció en las últimas horas. Entre lo saliente se encuentra el hecho de que en el Ejecutivo creen que se agotó un ciclo en las áreas de control y seguridad ciudadana. Esas reparticiones de la administración municipal estuvieron fuertemente cuestionadas por los ediles opositores estos dos años. Eso se dio, sobre todo, luego de que se conocieran casos como el de La Rosa, el bar que en la práctica funcionaba como un prostíbulo encubierto. O la muerte de dos chiquitas al caerse una taza de la vuelta al mundo del Internacional Park, en el parque Independencia. Por el hecho quedó procesado quien hasta hace muy poco era el director de Inspecciones, Gregorio Ramírez.

Repercusiones

Con todo, los ediles opositores consultados por este medio en las últimas horas recibieron con cautela, aunque también con cierto beneplácito, los cambios de Fein.

La concejala radical María Eugenia Schmuck tomó con “cautela” las modificaciones y pidió que las mismas no sean sólo de “nombres”, sino también de “políticas”. “Desde hace meses hay una crisis profunda en los sistemas de control de la ciudad y ello requería reformas integrales y urgentes”, consideró la edila.

Tras eso manifestó que ahora “se deben incorporar protocolos de actuación, personal idóneo para control y asignar recursos para hacer más efectivos los controles”. Y añadió: “Una ciudad de la magnitud de Rosario requiere de buenos controles y responsables honestos y comprometidos en áreas tan sensibles. Para hacer una evaluación más profunda hay que esperar que se concreten los anuncios”.

Por su parte, Diego Giuliano, reelecto en su banca en alianza con el PRO, hizo eje en la salida de Campbell, a quien había cuestionado días atrás porque su estudio de abogados defendió a jóvenes imputados por delitos de robo calificado y tentativa de homicidio (todo a la par de su ejercicio como funcionario público).

“Era hora, la situación era irreversible. Fein demoró dos largos años en hacer lo que había prometido en su asunción: generar un área de Control municipal especializada y moderna. Lamentablemente los rosarinos hemos pagado un alto costo por esa demora”, expresó el concejal. En misma línea crítica, Giuliano atribuyó estos cambios “necesarios” al “relajamiento de las dependencias de inspección y el descontrol con que se operaba en algunas áreas como la de videovigilancia”.

Para Osvaldo Miatello, del PJ, la reestructuración es un reconocimiento de la intendenta a los “graves” problemas que existían en la gestión con las áreas de control. “El panorama que viene mostrando la ciudad encuentra como denominador común la falta de control. Es uno de los mayores problemas que tiene la gestión. Por eso creo que había que hacer estos cambios. Y creo que se coloca a un buen funcionario como es Pablo Seghezzo”, sostuvo el concejal.

La voz discordante

Quien realizó un planteo más duro y discordante con el resto de sus pares fue el radical Jorge Boasso. El dirigente sostuvo que el “único” funcionario “honesto y eficiente” del área de seguridad era Gregorio Ramírez, quien “hoy está procesado”. Para Boasso la reestructuración es “puro gatopardismo”. “Se hacen cambios para que nada cambie. Es una rotación y enroques con el mismo modelo. Si los controles no funcionaron bajo la órbita de Asegurado, ¿por qué funcionarán ahora con Seghezzo?”, sentenció.

Fuente: El Ciudadano