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16:27:32 13/11/2013

En el Gran Rosario viven 50.500 familias en asentamientos irregulares

El estudio realizado por la ONG Techo abarca siete provincias que agrupan a más del 60% de los habitantes del país, relevó 1834 villas y asentamientos del área metropolitana, el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, el Alto Valle de Río Negro, Neuquén, Misiones y Salta, en los que viven 532.800 familias. Sólo en los tres cordones del conurbano bonaerense se concentran 624 villas, en las que residen más de 1,2 millones de personas. La Matanza, con 89, es el distrito con mayor cantidad de barrios carenciados del país. En la ciudad de Buenos Aires se contabilizaron 56, en los que viven alrededor de 350.000 personas. La organización Techo subrayó que los habitantes de estos barrios tienen serios inconvenientes para acceder a los servicios de electricidad, gas y agua potable. Además, viven en zonas más vulnerables y expuestas a las inclemencias naturales, inundaciones o incendios. El documento fue presentado ayer en el Salón Azul del Congreso de la Nación ante diputados y senadores. Allí también se habló de los cuatro proyectos de ley que Techo elaboró sobre ésta temática, vinculados con la planificación territorial, regularización nominal, vivienda y producción social, y regulación del proceso de desalojo. "La información es un bien público, no es destructiva, sino que se puede usar para generar soluciones", opinó Ignacio Gregorini, director del Centro de Investigaciones de Techo. Al desmenuzar los datos del informe se observa que en la ciudad de Buenos Aires existen 49 villas, cinco asentamientos y dos barrios populares, lo que da un total de 56 sitios atravesados por la problemática habitacional y de servicios. En tanto, en los tres cordones del conurbano hay 163 villas, 418 asentamientos y 43 barrios populares. En ese territorio prevalecen los números de La Matanza, con 89 barrios y 26.700 familias; Quilmes, con 57 y 35.000, y Moreno, con 42 y 9.900. Según Techo, cada grupo familiar está integrado por un promedio de 4,7 personas. "En La Matanza no vemos la presencia del Estado. Vivir en un asentamiento es como no existir. ¿Por qué no existir? Porque si el Estado nos reconociera, tendría que hacerse cargo de nosotros", contó Eduardo Creus, que vive en González Catán y forma parte de la agrupación barrial Identidad Vecinal. En el resto de la provincia de Buenos Aires, el partido de General Pueyrredón -Mar del Plata- se ubica en el primer lugar de la lista, con 32 asentamientos y villas y cerca de 11.000 familias. En todo el territorio bonaerense hay 1046 villas y 327.600 familias. La ciudad de Córdoba suma 134 villas, en las que viven 21.300 familias. En toda la provincia hay 210, con diferentes grados de precariedad, habitadas por 28.600 familias. EN EL GRAN ROSARIO En el Gran Rosario se detectaron 172 barrios de emergencia con 50.500 familias viviendo en ellos. En los sitios relevados de Salta se hallaron 147 y 18.500 familias; en Misiones (Posadas, Garupa y Fachinal), 72 y 15.800, y en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, 131 villas con 18.500 familias. De acuerdo con el tipo de metodología implementada para el estudio, Techo trabajó con una definición operativa para delimitar el universo de la muestra. Estipuló que asentamiento "es un conjunto de ocho o más familias agrupadas o contiguas, en donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del suelo ni acceso regular a al menos dos servicios básicos, como agua corriente, energía eléctrica con medidor domiciliario o red cloacal". Así se llegó a la conclusión de que en los siete sitios relevados había un total de 450 villas, 1260 asentamientos y 124 barrios populares informales. ¿Cuál es la diferencia entre los tres? "Por villa se entiende un barrio que no tiene manzanas, con diferentes grados de hacinamiento y precariedad y una trama urbana irregular", explicó Juan Manuel D'Attoli, director nacional de relevamiento de Techo durante la presentación. "Los asentamientos -continuó- fueron conformados por diferentes estrategias de ocupación del suelo; y los barrios populares se originaron con la intervención del Estado a partir de loteos. Los tres tienen los mismos problemas de precariedad." En la elaboración del proyecto colaboraron profesionales del instituto Gino Germani, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad de General Sarmiento, la Universidad Torcuato Di Tella, la Universidad Católica Argentina y el Servicio Habitacional y de Acción Social de Córdoba. El trabajo de campo lo realizaron 700 voluntarios. Otro de los aspectos en los que se enfoca el documento de Techo es la escasa accesibilidad de los vecinos a los servicios básicos. Dicho ítem fue el más mencionado en el 56% de los asentamientos o villas. Lo siguieron la inseguridad (35%), la falta de pavimentación (33%) y la falta de alumbrado público (26%). Dentro de los siete territorios relevados, en el 60% de los barrios predomina una mayoría de viviendas con conexión irregular a la red de energía eléctrica. En el 65% las casas están provistas de pozo ciego para la eliminación de excretas y sólo en el 5% prevalece la red cloacal. Un déficit similar aparece en el acceso al agua potable. En el 62% de los sitios reina la conexión irregular a la red y un 10% cuenta mayoritariamente con agua corriente. Además, en un 90% de los barrios humildes el método de calefacción más utilizado es la garrafa. El informe dice que un 64% de los asentamientos se inunda cuando llueve. La mayoría están situados cerca de un río o curso de agua. En un 29% de los barrios se registró, al menos, un incendio en los seis meses anteriores al relevamiento. En el 30%, cuando se los requiere, los bomberos no ingresan a los lugares porque las calles no están en condiciones. Radiografía de los barrios más humildes.

Fuente: Agencias