La automotriz General Motors suspenderá este viernes y el lunes próximo a los trabajadores de la planta de Alvear como consecuencia de la caída de ventas al mercado brasileño. La medida se aplicará también durante el mes de septiembre, a razón de un día por semana. Según informó el sindicato que nuclea a los operarios del sector, Smata, durante el período la firma garantiza el pago 100% del salario.     Antonio Milici, secretario adjunto de Smata, explicó que los pedidos brasileños de autos  para el segundo semestre bajaron casi a la mitad, de 40 mil unidades a 23 mil. El 80% de la producción de la fábrica ubicada a pocos kilómetros de Rosario tiene como destino el mercado del país vecino.     Por eso, esta reducción no puede ser compensada por el aumento de las ventas registrado en el mercado interno, según explicó.     La conducción local del gremio se reunió con las autoridades de la compañía, que encabeza Isela Costantini, para analizar  el impacto de la preocupante situación en el mercado brasileño. La demanda fue golpeada allí por una recesión que este año le costará una caída de casi el 2% a la economía más importante del Mercosur.     “Por lo pronto, está garantizado el pago total del sueldo de los trabajadores hasta septiembre y luego volveremos a negociar”, dijo Milici.     En la planta de Alvear trabajan 2.350 personas. A mediados del año pasado se aplicaron suspensiones bajo el régimen de banco de horas que tiene la automotriz por algunos meses. Luego, la estabilización del mercado y la puesta en marcha de los planes de inversión para producir un nuevo modelo y motores de última generación, permitió dejar atrás esa situación.     “Este proyecto sigue adelante, también hay mayores ventas la mercado interno, pero el problema ahora es la caída de las ventas a Brasil”, señaló el secretario de adjunto de Smata, quien explicó que junto a las autoridades de la firma seguirán monitoreando la situación de ese mercado.      Agregó que actualmente se producen 19 autos por hora en Alvear, contra 32 que se elaboraban hace un año y medio. Recesión. La economía de Brasil entró oficialmente en recesión este año, producto del fuerte ajuste iniciado el año pasado por el gobierno de Dilma Rousseff y por los cambios del mercado global.      La caída de la demanda afectó la producción de autos en el país vecino, que bajó  un 18,5% en el primer semestre del año, en relación con el mismo periodo de 2014. Así lo informó la Asociación de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), cuyas empresas asociadas han aplicado en los últimos meses suspensiones y cesantías.     Aunque la situación es menos crítica, las terminales argentinas también dispusieron planes de suspensión para enfrentar la retracción del mercado del país vecino. General Motors se suma desde este viernes a este grupo. La medida afectará a todo el personal los días lunes.     Según los últimos datos de la Asociación de Fábricas de Autos (Adefa), correspondientes a julio, la producción automotriz registró en julio una caída del 8,3% respecto de igual mes de 2014. La baja que estuvo influenciada por paradas de planta para adecuar líneas de montaje. El mes anterior  la fabricación había repuntado por primera vez luego de 15 meses.     Un dato revelador es que mientras en julio las ventas de las automotrices al mercado interno experimentaron un crecimiento del 3,7%, las exportaciones bajaron un 9,4% interanual. Contra el mes anterior, la contracción fue del 22,7%. En el acumulado de enero a julio, el sector exportó 154.123 vehículos, un 21,1% menos que en el mismo período del año pasado.     Al comentar el último informe de la entidad que nuclea a las automotrices, Costantini, titular de Adefa y de GM, destacó que se continuaba“monitoreando en forma  permanente el comportamiento de Brasil”.