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21:40:36 26/07/2015

Central lo hizo de vuelta: cuarta victoria consecutiva en el clásico de la ciudad

Rosario Central. Una vez más. La cuarta al hilo. La que dejó corazones palpitantes del lado de Arroyito y partidos del lado del Parque. Porque así es el clásico de Rosario. Hoy le toca festejar a los auriazules, en lo que ya es una racha histórica de triunfos consecutivos. Y con condimentos que la hacen aún más sabrosa.

El único tanto del pleito lo marcó Marco Ruben, a los 22 minutos del segundo tiempo y tras una excelente habilitación de Nery Domínguez, una de las grandes figuras de la tarde. Y en líneas generales, el elenco de Coudet lo ganó con justicia porque fue el más sólido y decidido de los dos.

El cotejo tuvo varias jugadas clave, como el penal que Néstor Pitana ignoró a favor de Central por una clara falta de Casco sobre Domínguez en el primer tiempo; o la acción en la que Maxi Rodríguez estuvo a centímetros del empate luego de un tropiezo de Caranta al momento del saque desde el área: el palo le dijo que no a la Fiera a pocos minutos del epílogo.

Con este éxito, los canallas vuelven a quedar a tiro de la punta y mantienen la gran campaña de 35 unidades, con sólo una caída en lo que va del año. En cambio, al incipiente ciclo de Lucas Bernardi en Newell’s le crecerán algunas malezas que sólo podrá despejar con trabajo, búsqueda de identidad y, sobre todo, buenos resultados.

Las claves
Central lo ganó con justicia porque supo desde el principio cuál era su negocio más redituable. Tuvo un mejor comienzo, en el que le ganó el mediocampo a Newell’s con la dupla Musto-Domínguez (Damián más apegado a la marca, Nery a la creación de juego) y se mostró siempre más asentado y peligroso que Newell’s.

Promediando la etapa inicial, la Lepra pareció hacer pie pero nunca dio la sensación de tener en sus manos las riendas del trámite. Y en el complemento, mientras de las neuronas rojinegras no salía una sola idea para inquietar a Caranta, Central le sacó provecho a la lucidez de Domínguez y la estirpe goleadora de Ruben para golpear primero y administrar esa ventaja hasta el final.

Newell’s fue consumido por su impotencia y sólo se arrimó por la inercia y desesperación que provocaba el paso del tiempo: tan es así que la ocasión más clara nació de un error de Caranta, tras el que el palo le negó la igualdad a Maxi Rodríguez. También pudo liquidarlo el Canalla de contra, pero el resultado acabó 1-0.