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10:43:05 24/07/2015

Enrejan la Facultad de Derecho para evitar hechos de vandalismo

Las autoridades de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) decidieron colocar un cerco perimetral en el centenario edificio de Córdoba y Moreno. La obra ya se asoma sobre la fachada principal del inmueble declarado Monumento Histórico Nacional y augura polémicas. Desde la Secretaría de Planeamiento del municipio cuestionaron la iniciativa. “Si la solución al vandalismo es enrejar los edificios podríamos cercar el Monumento a la Bandera”, criticó la titular del Programa de Preservación, María Laura Fernández.   Los trabajos en la vereda de la facultad comenzaron la semana pasada, aprovechando la baja actividad producto del receso invernal, y no pasaron desapercibidos. En el perímetro del edificio ya se avanza en la construcción de un encadenado y en la colocación de una serie de columnas. En estos días, dos albañiles trajinaban cargando carretillas y tierra y, cada tanto, debían parar para responder las preguntas de quienes pasaban por esa céntrica esquina.   El vicedecano de la facultad, Alfredo Soto, explicó que la obra fue licitada durante la gestión anterior de Derecho como la última parte de las tareas de recuperación del edificio, seriamente dañado por el incendio de junio de 2003.   “Se trata de un cerramiento perimetral, con una especie de reja y una puerta. Es una medida que se toma por cuestiones de seguridad, para preservar el edificio, que es constantemente atacado por pintadas”, sostuvo.   Una vez concluida la tarea sobre calle Córdoba, la idea es avanzar sobre Moreno y sobre Santa Fe, cubriendo completamente el perímetro de la facultad. “Los planos de los trabajos han sido aprobados por las autoridades que corresponden y están de acuerdo a las reglamentaciones”, apuntó Soto.   El vicedecano advirtió que a pasos de la obra, a la vuelta de la esquina, en la fachada de Moreno, varios graffitis flanquean las puertas de acceso. Ese lugar fue uno de los últimos en habilitar después de la recuperación del edificio, las obras demandaron dos años de trabajo y millones de inversión. Otras ideas. El antiguo Palacio de Justicia forma un conjunto de edificios emblemáticos de la ciudad. Frente a la plaza San Martín y a la sede del gobierno provincial son la mejor postal del Paseo del Siglo, un segmento que reúne edificaciones históricas, tanto sedes de oficinas públicas como mansiones particulares.   La directora del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio del municipio, María Laura Fernández, reconoció que el vandalismo “es un problema contemporáneo” que castiga con frecuencia inmuebles y mobiliario urbano. Sin embargo, advirtió que “enrejar los edificios no es la mejor solución” para evitar el deterioro que producen pegatinas o pintadas.   “Si fuera una solución tendríamos que enrejar media ciudad”, sostuvo y se preguntó qué pasaría si a alguien se le ocurriera cubrir con rejas, por ejemplo, el Monumento Nacional a la Bandera. “Hay otras alternativas posibles para resguardar estos edificios”, indicó.   La profesional recordó que “el edificio de la facultad de Derecho está declarado como Monumento Histórico Nacional. Y todas las intervenciones que se realizaron en el inmueble han sido respetuosas de ese valor patrimonial, por eso nos asombra un poco cómo se ha procedido en este caso, ya que siempre hemos trabajado en conjunto”.   El centenario edificio que ocupa media manzana en Córdoba entre Moreno y Balcarce fue construido por el arquitecto inglés Herbert Boyd Walker en 1892, bajo iniciativa del empresario Juan Canals, para alojar a los tribunales provinciales.        El Palacio de Justicia se habilitó parcialmente en 1892, su fachada muestra elementos arquitectónicos franceses e italianos, grupos escultóricos alegóricos a la función del edificio y está coronado por una gran torre con un reloj.   El inmueble fue declarado monumento histórico en 1997, acto que imprimió celeridad a una serie de trabajos de rehabilitación del edificio, que ya tenía numerosos sectores en riesgo e incluso algunos pedidos de clausura.   Sin embargo, el voraz incendio desatado en julio de 2003 que destruyó todo el ala norte del edificio obligó a emprender un nuevo proyecto, mucho más ambicioso.   Las obras, inauguradas hace dos años, demandaron una década de trabajo y más de 20 millones de pesos de inversión.       Además de la recuperación de fachadas y espacios interiores, los trabajos incluyeron la puesta en valor de la torre principal, los murales interiores y sus vitrales.