Seis efectivos de la flamante Policía de Acción Táctica (PAT) que prestan servicio en Rosario fueron separados de sus funciones y serán llevados la semana próxima a una audiencia imputativa acusados de detener de manera ilegal y someter a vejaciones a una persona a la que, según la denuncia formulada, exigieron les aportara la identidad de una persona a la que buscaban, cuyo sobrenombre le proporcionaron.
  La investigación preliminar de este episodio tuvo consecuencias que se concretaron finalmente con el desplazamiento de los seis efectivos que fueron fichados dactiloscópicamente y sometidos al inicio de un sumario administrativo. 
  La pesquisa iniciada por la Dirección Provincial de Asuntos Internos determinó dos líneas a partir de lo señalado por el denunciante, Carlos Damián R. Lo primero es que el recorrido que éste aseguró que fue forzado a hacer arriba de un patrullero quedó corroborado por el dispositivo de GPS incorporado al móvil policial, lo que vuelve verosímil el relato. Lo segundo es que a partir de la identifación de los dos móviles se pudo individualizar a los empleados policiales.
  Estos serán llevados a una audiencia en Tribunales por la fiscal de la oficina de corrupción policial y violencia institucional, Karina Bartocci, quien impulsa una acción que en principio acusará a los policías por los delitos de privación ilegítima de la libertad, hurto calificado, vejaciones y amenazas calificadas. La acusación se formalizará cuando concluya la feria judicial.

Lo ocurrido. El incidente denunciado ocurrió, según refirió la víctima, el pasado 9 de julio pero el avance de las investigaciones recién determinó ayer los desplazamientos de los policías. De acuerdo a lo indicado por fuentes del caso el denunciante afirmó que media docena de policías lo cercaron cuando estaba guardando su vehículo en el garaje de su casa, en Cerrito al 5700, y lo acusaron de estar vinculado a los ladrones de una Honda Twister y un arma de fuego. Le requerían que identificara a un sujeto del cual le aportaron un apodo, “un tal Tito”, al que aparentemente estarían buscando. 
  Como el denunciante afirmara que no lo conocía los policías, según su relato, lo amenazaron, le sustrajeron su celular y lo golpearon. Luego lo subieron en uno de los móviles y lo trasladaron hasta liberarlo.
  Según lo aportado por los encargados de la investigación hay dos elementos de cargo adicionales contra los policías que validan lo indicado por el denunciante: una testigo que lo ve subiendo a una de las patrullas e imágenes de videocámaras que determinan la presencia de tres patrullas en la casa cuando la víctima llegaba.
  El recorrido que consignó el denunciante en su presentación coincide con el registro de dos de los móviles de la PAT que el día señalado estuvieron en esa zona de acuerdo a lo que delata el sistema de geoposicionamiento satelital (GPS) que disponen las patrullas.    
  Los policías comenzarán a ser citados para ser informados de la acusación y para que escojan abogados defensores.

La misma repartición. A fines de junio pasado la fiscal Bartocci había iniciado una investigación contra dos empleados de la PAT de Rosario, uno de ellos con cargo de jefe, denunciados de liquidar de manera irregular horas extras a efectivos que no habían prestado esos servicios, con el objetivo de que parte del dinero fuera luego reintegrado para provecho personal. Los dos empleados fueron pasados a disponibilidad. La denuncia provino de una agente con seis meses de servicio. Hubo grabaciones de parte de Asuntos Internos que obraron como prueba en contra de uno de los dos efectivos.
  El gobierno provincial presentó a principio de año a la PAT como una fuerza creada con el fin de actuar en zonas urbanas complejas, mediante acciones de disuasión y neutralización, articulando con las dependencias policiales existentes.
  La dotación cuenta actualmente con mil efectivos capacitados para responder a las necesidades de las tareas que desempeñan, indicaba la información oficial entonces.