Cámaras empresarias y trabajadores de la industria aceitera arribaron el pasado viernes a un preacuerdo en la paritaria que derivó en paro por tiempo indeterminado que ya lleva más de dos semanas, pero el gobierno nacional lo vetó y todo sigue en veremos. 

Las deliberaciones tuvieron lugar el viernes 22 en horas de la tarde en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación y el principio de acuerdo significaba un incremento de un 36% para la categoría inicial que llevaría el salario inicial a $ 14.300, entre básicos y adicionales, según comunicó la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso. 

Claro está, las cámaras patronales condicionaron el acuerdo a un aval del Ministro de Trabajo, un visto bueno que no llegó. Ante este panorama, el gremio decidió continuar con la medida de fuerza que ya lleva 19 días, pero “ya no sólo contra las patronales, sino también para que el Ministerio de Trabajo destrabe el acuerdo y garantice la vigencia de paritarias libres”, según consta en el comunicado gremial. “Deslindamos toda responsabilidad por las consecuencias de las medidas de fuerza en curso en tanto se ha demostrado que obedecen a la irracionalidad de las empresas y a la actitud regresiva del gobierno nacional”, dijo Daniel Yofra, secretario general de la Federación Aceitera.  “Reiteramos que los aumentos salariales no generan la inflación, y mucho menos en esta actividad en la que la incidencia de los salarios en la facturación de las empresas es ínfima, entre 0,5% y 1,8%”, agregó 

En ese sentido, el gremialista manifestó: “Fuimos acusados de intransigentes durante la negociación, que lleva casi dos meses ya que el acuerdo vigente venció el 31 de marzo, pero está demostrado que la irresponsabilidad está del lado de la patronal y del Estado.” El gremio convocó para las 18 del lunes 25 de mayo a una asamblea nacional de obreros aceiteros frente a la planta Santa Clara, de Molinos, para mostrar fuerzas y definir los pasos a seguir. El paro de actividades está tensionado por el desgaste de tantos días sin llegar a encontrar una solución, y por los salarios caídos que empiezan a afectar a quienes cobran por quincena.

También existen señales firmes desde la Casa Rosada de no estar dispuestos a dejarse torcer el brazo por las presiones sindicales. De hecho, la propia presidenta Cristina de Kirchner presidió al comienzo de la semana un acto con media docena de gremios, entre ellos algunos de peso como UPCN, UOM y Empleados de Comercio, para dar una señal en firme que la cifra a tener en cuenta era un 27%. Y el preacuerdo de los aceiteros estaba nueve puntos porcentuales por encima de la raya, al menos para la categoría más baja.