"Te vamos a matar", escuchó el juez federal de Orán Raúl Reynoso al atender una llamada en su despacho. Rápidamente, el magistrado hizo rastrear las llamadas y presentó la denuncia. La maniobra terminó desbaratada: concluyó con varios allanamientos y la detención de tres sospechosos.   El magistrado no estuvo solo en las afrentas. El fiscal federal José Luis Bruno, un alto funcionario de la Aduana y un contador también recibieron comunicaciones del mismo tenor.   "Las amenazas fueron de muerte, muy graves. Por eso Gendarmería y la Policía se pusieron en contacto inmediatamente con el juez para reforzar su seguridad", explicó Alejandro Daher, secretario penal del juzgado federal de Orán, que tiene jurisdicción sobre una de las zonas calientes del narcotráfico en Argentina.   Tras la realización del rastreo, se descubrió que el autor de las llamas era Iván Edgardo Cabeza, un hombre con antecedentes y que está vinculado a una organización investigada por “lavado de activos, evasión y narcotráfico", que usaba como pantalla una red de carnicerías. Esa misma banda, que presuntamente usa como pantalla una red de carnicerías, también está ligada a otra causa que lleva dos años de seguimiento.   Con esos datos presentes, el juez Reynoso ordenó 34 allanamientos en Tucumán, Chaco y Salta. La premura de los operativos se debió en parte a los informes confidenciales de los uniformados, que hicieron saber a Reynoso una posible contratación de sicarios profesionales en la zona de frontera con intenciones de asesinarlo.   De los allanamientos se secuestró una importante cantidad de dinero, vehículos, escasa cantidad de drogas y hay tres comerciantes del negocio de la carne. El secretario del Juzgado aseguró que el movimiento económico de las maniobras de esta red no está cuantificado aún, pero se estima en cifras millonarias.   El Juzgado Federal de Orán como la Fiscalía de la zona estaban ayer custodiadas por Gendarmería Nacional, que apostó en cada uno de los edificios una dotación completa de uniformados.   El nombre de Reynoso se hizo conocido en abril pasado, cuando la Presidente Cristina Kirchner lo mencionó por cadena nacional en medio de las críticas hacia la Corte Suprema y a su titular, Ricardo Lorenzetti. Entonces, cuestionó que el juzgado de Orán solo tenga 22 empleados para combatir el narcotráfico en una zona de las más calientes. Según el magistrado, su oficina tiene alrededor de 1000 causas por empleado, lo que es insuficiente para dar un servicio de justicia adecuado.