A 72 horas del crimen de Chiara Páez, la adolescente de Rufino a quien su novio de 16 años confesó haber matado a golpes, el fiscal regional de Venado Tuerto confirmó que se secuestró ropa con manchas de sangre en la vivienda del acusado. Ahora la Justicia debe determinar si los elementos hallados en la habitación de la madre del acusado pertenecen a ella o a su pareja.

A la vez, el mismo fiscal dijo que se imputará a la madre y al padrastro del chico como coautores o como partícipes necesarios del homicidio.

El fiscal Alejandro Sinópoli señaló en diálogo con la emisora LT8 que “hay muchísimos trabajos” en curso relacionados con pruebas de ADN luego de la nueva inspección que se llevó a cabo en la escena del crimen. El funcionario aclaró que todavía resta confirmar si la sangre hallada en las prendas y el calzado era de la chica de 14 años.

Si eso se confirma, advirtió también que será importante comprobar si el contacto con el cuerpo “fue durante el momento de la muerte o después de fallecida”.

Tras el procedimiento que se realizó este martes en Rufino, Sinópoli destacó que el relato que hizo Manuel M. en el lugar presenta una contradicción sobre la forma en que habría matado a la menor, ya que “en principio eran golpes de puño y después, cuando se hace la reconstrucción, señala una mesa”.

El fiscal subrayó que estas afirmaciones “se contraponen por completo con los informes médicos forenses” y consideró que esto permite sospechar que “se estaría ocultando a otra persona”. En este sentido, opinó: “Dijo la verdad en todo excepto, nada más y nada menos, en cómo provocó la muerte”.

A su vez, Sinópoli, en diálogo con el canal de noticias TN señaló que la mamá y el padrasrtro del chico serían imputados como coautores o partícipes necesarios del homicidio. Esta medida se tomaría, sobre todo, basada en la abismal diferencia entre las declaraciones del chico y la prueba científica acerca de cómo se produjo la muerte.