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15:03:24 25/04/2015

Los puertos del cordón industrial podrían evaluar un programa de ajustes

Los puertos de la zona de Rosario afrontan un complicado panorama que podría obligar al sector a evaluar un programa de ajustes de gastos, teniendo en cuenta la preocupante caída en las cargas y las demandas de aumento salarial cuyas negociaciones hasta ahora dieron infructuosos resultados.

   Mientras las empresas aceiteras ofrecen una suba del 24 por ciento en los sueldos, los gremios que engloban el rubro piden entre un 38 y un 48 por ciento de aumento, muy lejos de la propuesta de la patronal. En números, los sindicalistas quieren llevar el mínimo de 10.500 pesos a 14,931, mientras que las empresas se plantaron en 13,020.

   En este marco, un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, en base a datos del Ministerio de Agricultura, refleja uno de los aspectos de ese retroceso. Los puertos nacionales embarcaron casi 8 millones de toneladas menos de granos el año pasado, con relación a 2013, en el que fue el tercer retroceso interanual consecutivo, acumulando una caída del 23 por ciento en el trienio.

   La caída se debe a que los embarques de maíz cayeron casi 4 millones de toneladas en el 2014 respecto del 2013 por menores cosechas, pero también por mayor consumo interno (ganadería y biocombustibles). Por otra parte, llegó cerca de 1 millón de toneladas menos de maíz y soja paraguaya y boliviana por barcaza a los puertos del Gran Rosario. Otros factores que contribuyeron a esta caída fueron las menores entregas de sorgo, trigo pan y cebada.

   Casi todos los puertos marítimos y fluviales argentinos —con excepción de Ramallo y Villa Constitución— perdieron cargas granarias en 2014. Las dársenas de la zona de Rosario fueron las que más toneladas perdieron (casi 3 millones), ya que cargaron en los buques en el 2013 cerca de 9 millones y en el año 2014 embarcaron 6,1 millones. Las terminales de las ciudades de San Lorenzo y Puerto General San Martín perdieron en el 2014 cerca de 2 millones de toneladas de cargas granarias, pasando de 16,3 millones en 2013 a 14,3 millones durante 2014.

   Esta caída de los embarques está en línea con la menor utilización de la capacidad instalada, apenas por encima del 50 por ciento, que obligan a la industria aceitera y a los puertos a ajustar sus presupuestos al máximo.

Discusión salarial. Es en ese problemático contexto en el que las compañías agroexportadoras afrontan procesos de discusiones paritarias muy complejos, enrarecidos a raíz de dos cuestiones: la afectación que significa para las escalas vigentes para el impuesto a las ganancias y las rivalidades existentes entre los distintos gremios que participan en las negociaciones paritarias y que, al mismo tiempo, protagonizan enfrentamientos entre sí.

   En el extremo norte del cordón agroexportador el Sindicato Aceitero reclama un 38 por ciento de aumento salarial, un porcentaje muy alejado de las posibilidades patronales, que ofrecieron un 24 por ciento. En tanto, la Regional San Lorenzo de la CGT pide un 42 por ciento de incremento, en este caso para fijarlo como nuevo salario mínimo regional en el marco del convenio del Complejo Oleaginoso Portuario Agroexportador (Copa).

   Esta semana hubo una audiencia conciliatoria en la que no se pudo arribar a ningún arreglo, por lo que el Ministerio de Trabajo citó a las partes a una nueva reunión que se celebrará este lunes, y para la que tampoco hay mayores expectativas de acuerdo. Al respecto, el secretario general de la regional San Lorenzo de la confederación, Edgardo Quiroga, anunció que el paso siguiente será “esperar el vencimiento de la conciliación e ir al paro”.

   Por otra parte, en los puertos ubicados al sur de Rosario actúa la Federación de Trabajadores Aceiteros, históricamente enfrentado al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear). Este agrupamiento plantea una recomposición del 42 por ciento para la categoría más baja y un 48 por ciento para la más alta, en la que se ubica el 80 por ciento de los trabajadores. Incluso lanzó un paro, que por ahora se encuentra en período de conciliación obligatoria hasta el 30 de abril.

Fuente: La Capital