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12:30:14 04/04/2015

A los tiros, un policía puso fin a una pelea en un local de comidas rápidas

"Este tipo entró al negocio disparándole a mi mejor amigo. El lugar estaba lleno de gente y todos quedamos muy preocupados y con miedo. Todo empezó porque discriminaron a mi mejor amigo, que es boliviano, y por eso empezó la pelea". Con el torso desnudo y las pulsaciones a mil, en la esquina de avenida Pellegrini y Corrientes, un muchacho le contó a La Capital lo ocurrido ayer a primera hora de la mañana cuando fue víctima, junto a sus allegados, de un ataque a balazos por parte de un efectivo policial tras una pelea callejera. "El que llevaba el fierro (un policía de civil) estaba muy sacado. No estaba normal. Andaba con el fierro por Pellegrini como si nada. Parece que le patearon el auto y arma en mano los fue a buscar adentro del McDonald's", agregó la empleada de uno de los pocos comercios abiertos en la zona a la hora del episodio.

El policía en cuestión fue identificado como Alejandro V., de 36 años y agente del Comando Radioeléctrico. Fue detenido a pocos metros del lugar, cuando se marchaba de la escena en su Peugeot 406 color gris por Pellegrini hacia el oeste. El agente actualmente está bajo carpeta médica después de haberse sometido a una intervención quirúrgica. Por el tiempo estimado de su convalescencia debió entregar su arma reglamentaria pero la que utilizó la mañana de ayer también era una 9 milímetros que le fue secuestrada. En el cargador tenía 10 proyectiles y se estima que realizó al menos cinco disparos. Los investigadores tratan de determinar si el arma que utilizó es de una familiar, también empleada policial (ver aparte). El caso quedó en manos de la fiscal de Flagrancia Marisol Fabbro, quien ayer analizaba los testimonios recabados para determinar si hoy imputará al vigilante por tentativa de homicidio o sólo por abuso de armas.

Lugar de encuentro. Como ocurre cada fin de semana o día feriado, el cruce de Pellegrini y Corrientes se transforma de madrugada y a primera hora de la mañana en un punto de encuentro en el que conviven muchos jóvenes y adolescentes que regresan de una jornada de juerga en el estado en que los haya sorprendido el amanecer. Ayer no fue la excepción. Y entre el local de McDonalds abierto las 24 horas, una panchería lindera y Helga, uno de los bares históricos de la avenida, la esquina estaba llena de gente y todos los locales a full.

Según se pudo reconstruir del diálogo con testigos y pesquisas, poco antes de las 7 de la mañana el policía Alejandro V. estaba en la hamburguería junto a un amigo. Ambos habían llegado en el Peugeot 406 del policía, que quedó estacionado por Pellegrini entre Corrientes y Paraguay, sobre el carril este-oeste.

Discriminado.En eso estaban el policía y su amigo cuando al local de comidas rápidas entraron cuatro muchachos. Entonces se generó un altercado a partir de un insulto discriminatorio que lanzó el amigo del vigilante a uno de los recién llegados: "¿Qué mirás bolita?", en relación al origen boliviano del cliente.

A partir del trato despectivo primero se generó una agria discusión y el empleado de seguridad del local intervino e invitó a las partes a retirarse. Entonces, en la vereda comenzó una pelea a trompadas de dos contra dos. La contienda se fue desplazando hacia el lugar donde el policía tenía estacionado su auto. Y fue cuestión de segundos hasta que el vehículo fue blanco del ataque. Luego el grupo mayoritario reingresó al McDonald's y mientras eso sucedía el policía sacó del interior de su vehículo una pistola calibre 9 milímetros y los persiguió.

"Hasta ahí era una pelea mano a mano entre cuatro. Eran tipos bien, caretones, no había negritos de la villa", explicó Erica, empleada de uno de los comercios de la cuadra con el mismo tono discriminatorio que lo había hecho el amigo del policía. "Todo desbarrancó cuando a uno le patearon el auto y éste agarró el fierro que llevaba en el vehículo y empezó a disparar. ¿No sabés lo que era Pellegrini? Gente corriendo de acá para allá. Parecía una película. El que llevaba el fierro estaba resacado y andaba como si nada con el arma en la mano", explicó la chica. Toda esa escena fue tomada por una cámara de videovigilancia municipal que está en la esquina. Eso sin contar las cámaras de los dos bancos que hay en las inmediaciones y la del propio local que fue escenario del episodio.

 

Cinco tiros y preso.Los relatos coinciden en que Alejandro V. hizo un disparo en la vereda del local de hamburguesas que impactó en la zona de cajas. Luego ingresó al negocio y disparó cuatro veces más sobre el ala del local que da a calle Corrientes. "Ninguno de los disparos fue tratando de hacer blanco, sino hacia abajo. Si no sacaba el arma esto no pasaba de una pelea a las trompadas", explicó un vocero de la pesquisa.

Como epílogo del hecho dos personas resultaron heridas leves por esquirlas de los proyectiles y atendidos en el lugar. Los investigadores recolectaron vainas servidas en la vereda y en la zona de cajas del comedor. Seis testigos relataron lo que vieron a los pesquisas de la División Judiciales de la policía, quien actúa al verse implicado un efectivo de la fuerza.

"El tipo entró tirando como un loco. La imagen fue tétrica. Desde afuera podías ver cómo los pibes que estaban dentro de la hamburguería se daban contra los vidrios queriendo escapar. Parecía una pecera cuando le sacas el agua", ejemplificó un taxista, ocasional testigo del hecho. El salón de comidas quedó como un campo de batalla con hamburguesas tiradas por doquier.

Luego Alejandro V. regresó sobre sus pasos, se subió al Peugeot 406 y cuando puso primera una camioneta del Comando Radioeléctrico lo interceptó. Sus propios compañeros lo detuvieron. "Nosotros no vimos nada. Pero al escuchar los balazos mucha gente que estaba en el bar empezó a llamar con sus celulares al 911 y la policía llegó al toque", aportó uno de los mozos de un bar ubicado a pocos metros.

Alejandro V. fue detenido y nada se supo de su acompañante que desapareció del lugar. Hoy a la mañana, en Tribunales, la fiscal Marisol Fabbro lo imputará en una audiencia oral y pública.

Una pelea vecinal en los antecedentes del agente

El nombre de Alejandro V. no es la primera vez que se menciona en una crónica policial. Tanto él como su familia se ganaron un espacio en estas páginas el martes 27 de enero pasado cuando tuvieron un duro cruce con vecinos de Gaboto y Valparaíso, en cercanías de su vivienda.
  En un incidente poco claro una de las hermanas del vigilante, también policía, resultó herida en la refriega que mantuvieron con integrantes de la familia S. y debió ser asistida en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. El incidente derivó en un allanamiento a la casa del vecino de los policías en el que, según se informó oficialmente, fueron incautadas dos armas de fuego: una carabina y una pistola calibre 9 milímetros.
  En principio la versión suministrada por una fuente de la fuerza hablaba de que una patrulla había llegado al lugar alertada por una presunta disputa barrial. Y que cuando arribó al sitio desde donde habían pedido ayuda los recibieron con disparos de armas de fuego.
  La familia S., por su parte, denunció públicamente el atropello policial y las lesiones recibidas en la trifulca que se originó con los V.