La Comisión Bicameral de Seguridad Interior del Congreso convocó a la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, y a su segundo, Sergio Berni, para que expongan sobre los hechos relacionados con la muerte del fiscal Alberto Nisman.

La comisión que preside el senador del Peronismo Federal Adolfo Rodríguez Saá convocó a ambos funcionarios junto a los jefes de la Policía Federal, comisario general Román Argentino Di Santo, y de la Prefectura, prefecto general Luis Alberto Heiller.

Todos ellos fueron citados para el próximo martes a las 15.00, cuando la Bicameral de Fiscalización de los Órganos y Actividades de Seguridad Interior se reúna en el Salón Azul del Senado, se informó mediante un comunicado oficial del cuerpo. En la convocatoria se les pidió a los funcionarios que concurran a “la brevedad posible” con motivo “de los hechos acaecidos el pasado 18 de enero que terminaron con la vida del fiscal Alberto Nisman”.

Rodríguez Saá convocó a los funcionarios a partir de un pedido hecho por los diputados y senadores de la UCR que integran ese cuerpo bicameral, quienes solicitaron que Rodríguez y Berni fueran citados “de manera urgente”.

Según expresaron en la solicitud que le acercaron al presidente de la comisión, los radicales quieren “analizar todo lo sucedido alrededor de la muerte del fiscal Alberto Nisman”, particularmente sobre la actuación de las fuerzas de seguridad.

El pedido fue firmado por los presidentes de los bloques de diputados y senadores nacionales UCR, Mario Negri y Gerardo Morales, respectivamente; el presidente del Comité Nacional UCR, Ernesto Sanz, y el diputado nacional Ricardo Buryaile.

Berni ya había pegado el faltazo la semana pasada a la comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, donde había sido convocado para brindar explicaciones sobre su actuación en la noche del fallecimiento del fiscal, en medio de los cuestionamientos que recibió por haber ingresado al departamento de Puerto Madero antes que el juez y la fiscal.

La citación se produce luego de que se conociera que el Ministerio de Seguridad denunció ante la Justicia a los custodios que tenían a su cargo la protección de Nisman el día de su muerte: la acusación se basa en que incurrieron en una demora de “doce horas” entre “el momento en que debieron haber tenido contacto con el funcionario a quien debían custodiar” y cuando efectivamente lo hicieron, se corroboró su muerte y se la notificaron a los superiores de la fuerza.