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09:56:53 28/01/2015

En carnaval, avenida Belgrano se transformará en un corsódromo

Esta vez la celebración del carnaval, del 14 al 17 de febrero (un fin de semana y dos feriados nacionales incluidos), estrenará escenario en Rosario. La fiesta se mudará a un corsódromo de 250 metros dispuesto ad hoc sobre la repavimentada avenida Belgrano, coordinado con los espectáculos programados para cada una de las cuatro noches en el Anfiteatro Municipal Humberto De Nito. Todo, con entrada libre y gratuita. Para el secretario de Cultura y Educación, Horacio Ríos, la convocatoria promete ser récord y de mínima duplicará la de ediciones anteriores. Si esa expectativa se cumple, y el tiempo ayuda, no asistirán menos de 13 o 14 mil personas por noche. Prometen, eso sí, que habrá fuertes controles y estará prohibido el consumo de alcohol.

Luego de los antológicos carnavales de las primeras décadas del siglo XX y de los bailes populares que siguieron haciendo historia más tarde, Rosario vio decaer los festejos del rey Momo, sobre todo después de que el último gobierno militar aboliera el feriado nacional el 6 de junio de 1976.

Las fiestas carnestolendas en el espacio público regresaron a la ciudad recién el 8 de febrero de 1999, cuando el escenario para el desfile de las comparsas fue el parque Scalabrini Ortiz, donde sólo la primera noche unas 25 mil personas se dieron cita para inaugurar lo que se conoció como Carnavales de Fin de Siglo. Luego Rosario pasó dos años sin corsos, hasta que en el 2003 y el 2004 el festejo se descentralizó con desfiles en distintos puntos de la ciudad bajo el nombre de Carnavales Participativos.

El 2005 marcó el retorno de las comparsas a su "desfile histórico" por el parque Independencia. La convocatoria fue multitudinaria, pero el brillo inicial de la fiesta terminó en incidentes que la policía definió como una "batalla campal". Desde entonces, la venta de alcohol quedó prohibida y se dispusieron fuertes operativos de control.

Luego los bailes y desfiles volvieron a multiplicarse en parques, clubes, playones, polideportivos, espacios culturales y hasta calles de los distintos distritos, así como en el Anfiteatro Municipal, mientras que en el 2013 y 2014 los festejos centrales sumaron al predio ferial del parque Independencia. Obviamente que la reimposición del feriado, en el 2011, reforzó la importancia social y cultural del carnaval.

La novedad, este año, es que los corsos volverán a concentrarse básicamente en un sector de la ciudad: el parque Urquiza. La idea, explicó ayer Ríos, es que la programación del Anfiteatro potencie y se articule con el desfile de catorce nutridas comparsas por avenida Belgrano, con cámaras que proyectarán y permitirán disfrutar, en cada uno de esos espacios, lo que esté ocurriendo en el otro.

El público se instalará a partir de las 20.30 y hasta la una de la madrugada sobre ambas manos de la avenida, tras una doble protección (no en tribunas), a lo largo de 250 metros, contando del Anfiteatro hacia el sur.

Estacionamiento. Habrá estacionamiento cercano para quienes lleguen en auto, pero en especial para los colectivos que trasladarán las comparsas desde los barrios. Dos carpas, una al comienzo y otra al final del corsódromo, permitirán que las pasistas se "produzcan" con todas sus plumas y brillos.

Para evitar cualquier complicación, así como el ingreso de alcohol o elementos cortopunzantes, se van a practicar estrictos controles (a la altura del Anfiteatro y sobre Pellegrini).

"La idea es ganar la calle con una fiesta familiar donde suenen todos los ritmos, y confiamos en que este año vamos a duplicar la concurrencia de ediciones anteriores", dijo Ríos. De mínima, se cree que si por noche al Anfiteatro ingresarán entre 6 mil y 8 mil personas, sobre la avenida ese número será igual o mayor.

En el Humberto De Nito se presentarán, del 14 al 17 de febrero, Cafundó 10 y Los Vecinos Re Contentos; Dancing Mood y la Murga Ojo al Piojo; Grupo Play, y Amapola, con un cierre especial de las comparsas.