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16:29:04 29/11/2014

El Papa Francisco condenó la “violencia brutal” del grupo Estado Islámico

El Papa Francisco dijo que luchar contra el hambre y la pobreza, más que la intervención militar, es la clave para frenar a los milicianos islamistas que realizan actos de “violencia brutal” en Siria e Irak.

En un discurso ante el principal clérigo musulmán de Turquía, Mehmet Gormez, Francisco dijo que “un grupo extremista y fundamentalista” (el Estado Islámico, que no mencionó) había sometido a comunidades enteras en los vecinos del sur del país a una “violencia brutal simplemente por su identidad étnica y religiosa”.

Los insurgentes islamistas que forman el grupo Estado Islámico declararon un califato y persiguen a los musulmanes chiítas, cristianos y otros que no comparten el estilo ultra radical del islamismo suní. Tras reunirse con el presidente turco Tayyip Erdogan, el Papa dijo que es lícito detener a un agresor injusto, pero instó a un diálogo concertado para destinar recursos “no a las armas, sino a otras nobles batallas dignas para un hombre: la batalla contra el hambre y la enfermedad”.

El líder de los 1.200 millones de católicos pidió un diálogo interreligioso para terminar con todas las formas de fundamentalismo y terrorismo, y enfatizó la importancia de la libertad religiosa y de expresión.

“Es esencial que todos los ciudadanos, musulmanes, judíos y cristianos, tanto en disposición como práctica de la ley, tengan los mismos derechos y respeten los mismos deberes”, dijo el Papa.

Francisco elogió los “generosos esfuerzos” de Turquía en acoger a refugiados de Siria e Irak, y consideró que la comunidad internacional tiene la “obligación moral” de ayudar en esta labor.

La visita del Papa se produce en un contexto de ofensiva del grupo Estado Islámico (EI) en las vecinas Siria e Irak, y de persecuciones por los yihadistas contra minorías, entre ellas cristianas.

 Francisco enfrenta una delicada misión en Turquía, un país con mayoría musulmana pero que constitucionalmente es un Estado secular, para fortalecer los lazos con los líderes religiosos pero al mismo tiempo condenar la violencia contra cristianos y otras minorías en Oriente Medio.

Turquía ha permitido el ingreso de casi dos millones de refugiados de Siria, con miles de cristianos entre ellos.

Los cristianos representaban alrededor de un 10 por ciento de los 22 millones de habitantes de Siria antes de la guerra civil que comenzó en el 2011, mientras que la población cristiana en Irak cayó en casi un 70 por ciento desde el principio del conflicto bélico en el país en el 2003.

Por su parte, Erdogan instó a medidas para prevenir el “creciente nivel de racismo, xenofobia e islamofobia en Occidente”, añadiendo que la “percepción racista que asocia el Islam con el terrorismo daña profundamente a miles de millones de musulmanes en todo el mundo”.

“Nuestra opinión sobre el terrorismo es la misma. Nuestra opinión sobre la violencia es la misma”, dijo Erdogan.

Su mensaje conciliador tuvo lugar después de que el jueves efectuara polémicas declaraciones contra Occidente. “A los que llegan de afuera les gusta el petróleo, el oro, los diamantes, el trabajo barato, la violencia, las peleas y desavenencias de la región islámica. Aquellos que vienen de afuera pueden parecer amigos ante nosotros pero les gustan nuestros cadáveres y los cadáveres de nuestros hijos”, dijo durante una conferencia de la Organización para la Cooperación Islámica en Estambul.

Francisco viajará a Estambul hoy para reunirse con el patriarca ecuménico Bartolomeo, líder espiritual de los 300 millones de católicos ortodoxos del mundo, como parte de un esfuerzo para reforzar las relaciones entre las antiguas facciones del cristianismo.

El asiento de Bartolomeo permanece en Estambul, un vestigio del imperio Bizantino, pese a que sus fieles en Turquía han caído a menos de 3.000 en una población de 75 millones de musulmanes. Antes de la reunión con Erdogan, Francisco visitó la tumba de Mustafa Kemal Ataturk, quien fundó el moderno Estado secular turco en 1923.

Si bien el programa oficial no incluye encuentros o visitas a los refugiados, fuentes religiosas consideran que Francisco, que es sumamente sensible a ese tema, puede anunciar a última hora una reunión con ellos.

Durante su permanencia en Turquía, el Papa se desplazará en un automóvil alemán blindado, tal como fue impuesto por los servicios de seguridad turcos, que no aceptaron su pedido de viajar en un vehículo pequeño, tal como es su costumbre cuando viaja.