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16:47:30 27/11/2014

Un rottweiler que ya había matado a dos ladrones, le arrancó el brazo a su dueño

Un hombre sufrió graves heridas  y la amputación de un brazo al ser atacado por uno de sus perros  rottweiler, adquirido para defenderse de los delincuentes y que tras el ataque fue sacrificado por un vecino, en la ciudad de Neuquén.

Según indicó el propio herido, el perro, junto a una hembra de  la misma raza que tiene en su casa, habían matado a dos ladrones, por lo que el episodio colocó en tela de juicio el entrenamiento de perros para defensa personal.

Emilio Muñoz, el propietario del perro, sostuvo, en declaraciones al diario LM Neuquén, que no puede entender cuál es  la causa por la cual el can lo atacó y le destrozó su brazo  izquierdo.

El animal, matado por un vecino luego del ataque, había sido comprado en un criadero de Bahía Blanca y el propio Emilio  había participado en el adiestramiento al perro desde que era un cachorro.

“Compré el perro porque estaba cansado de que me robaran”,  aseguró, tendido en la cama del tercer piso del hospital Castro  Rendón, donde permanece internado junto a dos personas más.

El ataque ocurrió el sábado cuando Emilio, empleado de un  estudio contable, regresó a su casa del barrio Huiliches, de la  capital neuquina, como lo hacía todos los días, entró el auto,  cerró el portón y fue a saludar a sus dos perros.

Fue en ese momento cuando el perro “Otto” lo mordió en la  rodilla y lo tiró al suelo, mientras la perra se fue a su cucha,  como asustada.

“¡Otto: soy yo! ¡¿Qué me hacés?!”, gritaba Emilio. Pero el  perro seguía ciego, a las dentelladas, con su pierna.

En un momento Emilio logró zafar del ataque y liberó su  extremidad, pero el perro se abalanzó nuevamente y lo tomó por  el brazo izquierdo.

Los gritos y llantos de Emilio alertaron los vecinos, que  llegaron inmediatamente para tratar de asistirlo.

Algunos intentaron meterse, pero cuando vieron al enorme  perro devorándole el brazo a su dueño se quedaron tras las  rejas.

Sólo Luis, un vecino que en más de una oportunidad se había  quedado de cuidador en la casa, intervino casi al mismo tiempo que llegaba la Policía y con un collar de ahorque decidió tratar de neutralizar a Otto, que seguía gruñendo furioso con la boca ensangrentada.

El hombre logró enlazar la cabeza del perro con un collar de  ahorque, mientras el dueño del animal le gritaba a los  policías que mataran al perro.

Emilio logró incorporarse retorcido de dolor y Luis comenzó a  apretar el collar cada vez más hasta que Otto dejó de tironear y  minutos después murió.

Así fue como el hombre que se compró dos perros feroces  porque estaba cansado de la inseguridad, casi termina comido por  una de sus mascotas.

Emilio explicó a LMNeuquén que Otto fue hasta el sábado su  única solución ante la inseguridad reinante y al tiempo decidió  acompañarlo con otra perra de la misma raza.

En un intento de robo que sufrió Emilio, los dos perros  demostraron el grado de ferocidad que podían alcanzar cuando  mataron a dos delincuentes.

“Lamento la gente que murió ahí adentro, pero eran ladrones  que se metieron en mi casa”, sostuvo Emilio, quien reconoce que  tiene “algunos problemas judiciales”.

Según indicó, Otto y su compañera eran una dupla letal y  sanguinaria, pero nunca mordieron a nadie que no fuese un  intruso que se metía en la propiedad privada.