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  • Coronavirus: el mundo en crisis

08:53:32 11/11/2014

Aumentan los casos de violencia en hospitales y centros de salud

El episodio de violencia protagonizado el domingo pasado por una mujer embarazada que golpeó, en presunto estado de ebriedad, a la médica de guardia, al bioquímico y al personal de enfermería del Hospital José María Cullen de Santa Fe que intentaban calmarla, puso sobre el tapete una realidad preocupante que atosiga a los médicos de toda la provincia. Esa muestra de ira en reclamo por no haber sido atendida con la premura que pretendía, revela un cuadro de exposición que inquieta a los profesionales, especialmente de Rosario, zona en la que se acentúan las presentaciones por casos de violencia. Desde agosto en adelante, se recibieron 9 denuncias, de las cuales 5 corresponden a la ciudad y la zona de influencia. Según los entendidos, a ese número habría que multiplicarlo por lo menos por 10, para integrar todas las acciones que no llegan a ser denunciadas formalmente.

Estos números fueron confirmados por el Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra), a través de su secretaria gremial Sandra Maiorana. "Nosotros nos manejamos por las denuncias que nos llegan, que no sabemos exactamente a qué porc-entaje corresponde de la realidad. Aunque lo intuimos. En general, las denuncias nos llegan cuando pasó algo relativamente grave y la gran mayoría de los hechos no son denunciados", destacó Maiorana.

Y agregó: "Las denuncias son de toda la provincia, y en Rosario el número es mayor. Desde agosto se multiplicaron notablemente. Con lo que pasó en el Cullen van 9, sobre 15 en el año. Hay una tendencia en aumento".

Desde las estadísticas de Amra, en los primeros meses del año se recibió en la provincia una denuncia por mes, entre abril y mayo la frecuencia bajó, pero desde agosto se incrementó a 9 la cantidad de casos de violencia. De esos, 5 se produjeron en Rosario y su región (en el hospital Anselmo Gamen y en el dispensario 17 de Octubre, de Villa Gobernador Gálvez; en el centro de salud Ramón Carrillo de Rosario; en Cabín 9; y en Roldán).

"Esto se viene agudizando. El registro que tenemos como gremio, todavía es muy bajo en relación a lo que pasa en realidad. El promedio es de por lo menos 10 casos previos a los que son denunciados", graficó Maiorana como para tomar real dimensión de un problema amplio, profundo, que reclama una visión y una atención interdisciplinaria.

"Desde noviembre pasado fueron 20 las denuncias sobre casos groseros de violencia, ya sea con armas o violencia física", amplió la secretaria gremial, explicando que también hay casos menores que no son alcanzados por este rango de estadísticas.

Y como caso emblemático de superación marcó el del Hospital Roque Sáenz Peña en 2013. "Este año, después de un amparo judicial, pudimos hacer un cierre perimetral y restringir el ingreso con un acompañante o dos para pediatría. Y este año no hubo denuncias de actos de violencia en ese hospital. Esto quiere decir que cuando hacen lo que tienen que hacer, disminuyen mucho los casos de violencia", recalcó.

"El sistema de salud, en lo edilicio, no está pensado en base a la seguridad. Hay que trabajar mucho para reestructurar hospitales y centros de salud. Y que pongan más personal de seguridad. Policía, seguridad privada, lo que sea más adecuado en base a la realidad del lugar", se encargó de reclamar.

Queda claro que la violencia es un mal que afecta a todos los estamentos de los servicios de salud. "También son permanentes los robos a las ambulancias y a los médicos que van a los domicilios. Estos sucede a nivel privado, y aunque lo nieguen, en el Sies también ocurre. Porque nosotros hablamos con los médicos y tienen el mismo problema", aseguró Maiorana.

Asimismo, la representante describió el panorama que se desarrolla cada vez que aparece un hecho de violencia. "Cuando reclamamos seguridad, tanto en la parte edilicia como en recursos humanos, nos llaman y nos convocan para charlas con mediadores que nos quieren explicar de qué manera hay que contener a la comunidad. Siempre la culpa la tiene el médico. Te pegaron, y no supiste contener a la comunidad...", ironizó.

"Este mes mandamos una nota al ministerio diciendo que no vamos a participar más de esas charlas. Que hablan de puertas abiertas, de contener, de cambiar el perfil de salud. Primero hay que darle seguridad a la gente para que trabaje tranquila y no corra riesgo su vida. Deben solucionar la seguridad real. Uno no puede pararse al lado del que viene a robar para hacerle entender que no te robe, que no te mate", concluyó Maiorana.