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13:39:45 31/10/2014

Dilma Rousseff envió una primera señal de cambio en el rumbo económico a los mercados

La sorpresiva decisión del Banco Central de Brasil de subir del once al 11,25 por ciento el tipo básico de interés fue la primera señal emitida por la reelecta Dilma Rousseff de que habrá un giro en la política económica de los últimos cuatro años. A cuatro días de su victoria de segunda vuelta sobre el centrista Aécio Neves, Rousseff enfrenta el descontento de los mercados y de la clase empresaria con su continuidad. Rousseff venció a Neves por algo más de 3 por ciento de votos, en el ballottage más competitivo de la historia brasileña reciente, pero Brasil enfrenta una economía casi estancada y alta inflación, de algo más de 6,5 por ciento anual.

Según el economista Luiz Carlos Mendonça de Barros, el alza de un cuarto de punto en la tasa Selic refleja la preocupación de Rousseff y su gobierno por la suba de la inflación y el estancamiento de la economía, cuyo Producto Bruto Interno (PBI) se expandirá este año apenas, entre un 0,3 por ciento (según calcula el FMI) y un 0,9 por ciento, de acuerdo al gobierno. Mendonça de Barros afirmó que el gobierno es consciente de que, de no haber una reactivación, esto se reflejará en un aumento en la tasa de desempleo, que actualmente está en un mínimo histórico del 4,9 por ciento. "Dilma fue reelegida gracias al desempleo bajo. Pero si el crecimiento no se reanuda, la desocupación va a aumentar. Es necesario buscar una política económica que estimule el sector privado a invertir", apuntó el economista.

A su vez, el economista jefe del banco español Santander en Brasil, Mauricio Molan, interpretó el aumento de la tasa Selic como una señal del deseo de Rousseff de generar un ambiente favorable en el mercado y entre los empresarios, que son los sectores más críticos con la conducción de su política económica. El crecimiento de Brasil se ha estancado, al caer los precios de sus exportaciones, como soja y mineral de hierro, y entrar en recesión profunda Argentina, su vecino y principal socio del Mercosur. "Esta decisión hace aumentar la posibilidad de que haya señales de austeridad antes de lo esperado también para la política fiscal", expresó Molan.

Los analistas coinciden, por otra parte, en que el aumento en la tasa de interés demuestra la preocupación del Banco Central brasileño ante el aumento de la inflación, que en 2014 podría superar el techo de la meta fijada por el gobierno del 6,5 por ciento anual. Esto ha sido expresado en el mismo comunicado divulgado por el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central, al anunciar el aumento en la tasa Selic. "El comité consideró oportuno ajustar las condiciones monetarias para garantizar un escenario más benigno para la inflación en 2015 y 2016" dijo el comité.

El comentarista político Kennedy Alencar opinó que la decisión del Banco Central fue "el primer paso" de un programa de ajuste económico "gradual" que pondrá en marcha Rousseff, quien conquistó un nuevo mandato para gobernar Brasil hasta el 31 de diciembre de 2018. "El segundo paso será probablemente un conjunto de medidas para volver más rígida la política fiscal, o sea, el control del gasto público. Esta política (económica) está con su credibilidad por el piso. La meta fiscal de este año no será cumplida", dijo Alencar.

La decisión generó una reacción positiva del mercado financiero. El real subió frente al dólar un 2,59 por ciento. "Es un gran primer paso y parece que el mercado está muy feliz, pero queda un largo camino por delante", dijo Marcos Trabbold, operador cambiario en San Pablo. En tanto, el índice Bovespa de la Bolsa paulista avanzó 1,98 por ciento. A sólo cuatro días de la reelección de Rousseff, el endurecimiento de la política monetaria sugiere que el gobierno podría ir en serio con la corrección de las políticas económicas. Los inversores aguardan que Rousseff nombre a su nuevo ministro de Hacienda.