Los administradores del Cementerio de Disidentes decidieron colocar un portero eléctrico en el ingreso a la necrópolis, en respuesta a una ola de robos de piezas funerarias de gran valor que se vienen registrando.

Graciela Barrionuevo, presidenta de la Asociación Civil del Cementerio de Disidentes, contó que "hace ya unos cuantos años que esto está sucediendo" y que ante esta situación se han implementado "medidas de seguridad de forma gradual, aumentando la altura de los muros y colocando alambres de púa".

"Ultimamente instalamos un sistema de videovigilancia y alarmas. Pero hemos optado por colocar, después de 150 años de tener las puertas abiertas, un portero eléctrico para poder controlar un poquito más el ingreso de las personas", apuntó Barrionuevo a  La Ocho.

Bustos, mármoles de carrara, piezas de bronce y hasta las dos ruedas de la carreta portaféretros son algunos de los elementos que fueron hurtados en el Cementerio de Disidentes.

El malestar ante la ola de robos en la necrópolis de Avellaneda al 1800 fue llevado ayer ante la comisión de Seguridad del Concejo, donde solicitaron custodia policial en el lugar. La titular de la Asociación Civil dijo que los robos se producen "sobre la noche y, en menor medida, durante el día", pero aclaró que "nunca le ha pasado nada a una persona que ha ido de visita al cementerio".