La dirección provincial de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe debe intervenir, mensualmente, en unos 200 pedidos por niños que sufren algún tipo de afectación a sus derechos. El subsecretario a cargo, Cristian Allende, informó que en el último año y medio, 700 menores fueron separados de su familias por diversas situaciones que comprometen su bienestar.

Cada mes, el Estado provincial recibe unas 150 a 200 denuncias sobre niños y niñas que se encuentran en riesgo. “En el último año y medio casi 700 chicos fueron separados de sus grupos familiares y fueron derivados a distintos organismos”, señalo Allende. “Algunas situaciones tienen que ver con la falta de posibilidades del grupo familiar para brindar cuidado positivo a los niños, y en un número inferior, son chicos que han sufrido violencia física, abuso o explotación sexual o laboral”, precisó.

En tanto la Unidad de Atención a Víctimas y Denunciantes de Violencia Familiar recibe cada día unas 35 denuncias de este tipo. En los últimos dos años, acumulan unas 13 mil presentaciones.