La ambientalista Marina Silva anunció su apoyo a Aécio Neves, candidato socialdemócrata a la presidencia de Brasil, con lo cual proporciona munición contra la reelección de la presidenta Dilma Rousseff de cara a la segunda vuelta electoral, el próximo 26 de octubre.

El apoyo y “voto de confianza” de Silva se concreta después de que el candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) aceptara públicamente algunas de sus exigencias, vinculadas al desarrollo sostenible, el mantenimiento de los avances sociales y el compromiso de impulsar el fin de la reelección de cargos ejecutivos.

“Votaré con Aécio y lo apoyaré votando en estos compromisos, dando un crédito de confianza a la sinceridad de los propósitos del candidato y de su partido y, principalmente, entregando a la sociedad brasileña la tarea de exigir que sean cumplidos”, expresó la ex ministra de Medio Ambiente, quien recibió más de 22 millones de votos en las elecciones del domingo pasado y quedó en tercer lugar de la disputa.

“Se trata de un apoyo político muy importante, simbólico. Puede no ser muy decisivo electoralmente, pero sin duda es un apoyo político muy importante, es una ganancia para Aécio Neves”, evaluó la renombrada analista política Cristiana Lobo, del portal GloboNews.

Lobo explicó que, si bien las encuestas previas al ballottage y posteriores a la primera ronda indican que más del 60 por ciento de los votos de Silva irían para Neves, y sólo cerca del 18 por ciento para Rousseff, el apoyo de Silva es vital porque acerca a Neves a sectores de izquierda.

De hecho, el socialdemócrata recibió en los últimos días el respaldo del Partido Socialista Brasileño (PSB) -por el cual Silva fue postulada a la Presidencia y ex aliado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT)- y de la propia fuerza política de Silva, Red Sostenibilidad (Rede), la cual no pudo inscribirse a tiempo para disputar los comicios.

Según Lobo, los apoyos de sectores de izquierda, sumados a los de sectores más conservadores alcanzados por el PSDB, le dan “cintura nueva” a Neves para ampliar su abanico de aliados y obliga a Rousseff a buscar nuevas alianzas, algo que no ha conseguido de cara a la segunda vuelta.

También fue muy importante y “elogiosa”, según la analista, la comparación que Silva hizo entre Neves y el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

Según Silva, la carta de compromiso de Neves se asemeja a la publicada por Lula en 2002, poco antes de que concluyera el mandato de su antecesor, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

En su misiva, Lula se comprometió a mantener los fundamentos económicos que habían llevado estabilidad al país.

En esta ocasión, según la ex senadora, Neves está teniendo un gesto parecido al comprometerse a mantener y reafirmar “el camino de los avances sociales”.

“Aécio retoma la punta de la madeja virtuosa y correctamente se manifiesta con un compromiso fuerte, a ejemplo de Lula en 2002”, expresó.

“Doce años después tenemos un paso adelante, una segunda carta a los brasileños, titulada Juntos por la democracia, inclusión social y desarrollo sostenible”, reforzó.

Entre los compromisos asumidos por Neves, y considerados “cruciales” por Silva, están “el respeto a los valores democráticos, la ampliación de los espacios de ejercicio de la democracia y el rescate de las instituciones del Estado. La valorización de la diversidad sociocultural brasileña y el combate a toda de discriminación”.

En su pronunciamiento, Silva aclaró que otorga su apoyo a Neves como ciudadana y que el mismo no presupone una alianza para gobernar.

Dijo además que interpreta la carta de Neves como “una carta de compromiso con los brasileños, con la nación”.

“Rechazo cualquier interpretación de que sea dirigida a mí, en busca de apoyo”, subrayó.

Neves, quien recibió casi 35 millones de votos el domingo, marcha empatado técnicamente con Rousseff, aunque ostenta una leve ventaja, según dos sondeos realizados tras la primera vuelta.

Según las encuestas de las consultoras privadas Datafolha e Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), Neves tendría el 46 por ciento de las intenciones de voto, frente al 44 por ciento de la mandataria. Ambos estudios manejan un margen de error de dos puntos porcentuales para más o para menos.