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18:16:58 09/10/2014

Rafael Ielpi aseguró que, cuando cae la noche, la plaza Montenegro es "ocupada" por marginales

Luego del cierre del bar Avelino de la plaza Montenegro, el director del Centro Cultural Fontanarrosa (ex Bernardino Rivadavia), Rafael Ielpi, describió un panorama alarmante de la situación que atraviesa la esquina de San Luis y San Martín. Violencia, marginalidad y drogas fueron transformando la fisonomía de la plaza con el correr de los años, al anochecer, cuando el centro cultural cierra y la plaza queda desolada, según describió.

"La realidad de la plaza es vieja. Hace cerca de 10 años la plaza se fue modificando y no para bien. Se produjo una especie de 'ocupación' de grupos marginales por el propio devenir de la situación económica del país", contó Rafael Ielpi, el máximo responsable del centro cultural municipal, a La Tres.

En ese sentido, el director del Fontanarrosa sostuvo que la visibilidad de la droga alrededor de la plaza es un tema recurrente, y que esos hechos ocurren "a partir de la tarde-noche, cuando el centro cultural cierra y la plaza toma otras características".

Otro de los inconvenientes que sufre de manera habitual el centro cultural es la presencia de gente en situación marginal que se acuesta en los accesos al lugar y se encarga de molestar a quienes visitan el espacio cultural.

Un caso muy particular que recordó Ielpi es el de un adulto "muy agresivo y alcohólico, que insulta constantemente a todo aquel que pasa o quiere ingresar al centro cultural y a nosotros también nos perjudica".

Asimismo, Ielpi añadió que ya realizaron una denuncia en el Ministerio Público de la Acusación provincial en mayo pasado. "El municipio ayuda por medio de la Guardia Urbana, pero la intervención policial es nula porque nos dicen que no está cometiendo ningún delito", lamentó.

Problemas de larga data. "Antes de que yo asumiera -recordó Ielpi-, ya el director se quejaba del estado de la plaza". Y señaló que a pesar de un operativo "muy grande" realizado por las fuerzas provinciales por temas relacionados al narcotráfico, "sobre los últimos años se volvió a vivir la misma situación".

En eso, el escritor recordó que el vandalismo que había "era terrible", de modo que tuvieron contratar un servicio de seguridad privada para evitar desmanes dentro del Fontanarrosa.