Luego de pedir la postergación de su indagatoria en varias oportunidades, una de ellas en medio de un misterioso viaje, el funcionario Guido Forcieri se presentó ante el juez federal Ariel Lijo. El imputado prefirió presentar un escrito y estuvo pocos minutos en Comodoro Py, evitando flashes y cámaras.  

La situación judicial del ex asesor de Boudou se complicó luego de que Rafael Resnick Brenner -ex colaborador de Ricardo Echegaray y actual director de la delegación Salta de la AFIP- declarara que fue Forcieri quien le presentó a José María Núñez Carmona como encargado de las negociaciones para levantar la quiebra de la imprenta de papeles de seguridad Ciccone. Núñez Carmona, amigo y socio del vicepresidente, nunca tuvo un cargo oficial en Economía y es otro de los acusados en la causa.

La visita del actual representante de la Argentina ante el Banco Mundial se dio en medio de una jornada con novedades en el caso Ciccone. La Sala I de la Cámara Federal convocó para el 4 de septiembre a las partes para que puedan ampliar sus apelaciones. En esta audiencia los abogados argumentarán sus pedidos y luego la Cámara quedará en condición de expresarse sobre el procesamiento de Boudou y del resto de los imputados.

Por otra parte, la Sala I integrada por Eduardo Freiler, Jorge Ballestero, y Eduardo Farah fijó una audiencia en la causa para el 4 de septiembre próximo. Ese día, las defensas tendrán la posibilidad de ampliar los argumentos de sus apelaciones contra el procesamiento de Lijo.

Lijo procesó a Boudou por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho. Lo acusó de intervenir en el salvataje de la quebrada empresa gráfica y luego en por intermedio de su amigo José María Nuñez Carmona hacer las gestiones para comprarla, y así verse beneficiado a futuro con eventuales contratos con el Estado apra la impresión de billetes.

Forcieri, en el escrito que dejó en el juzgado y al que accedió Infobae, pidió su sobreseimiento y cargó contra Resnick Brenner al tratarlo de "mentiroso" luego que éste asegurara que él dio la orden para que Nuñez Carmona fuese el encargado del Ministerio de Economía en seguir el expediente Ciccone Calcográfica.

Además, el ex funcionario y representante argentino en el Banco Mundial aseguró que en verdad el único encuentro que tuvo con Resnick Brenner fue por algo personal de éste: "solicitaba tuviera a bien evaluar el estudio de un expediente que se hallaba en la órbita del Ministerio de Economía y que tenía como protagonista a su padre, Moises Brenner, quien actuaba como reclamante de un crédito millonario para su persona".

Un día antes de lo previsto y tras prórrogas por su imposibilidad de viajar desde los EEUU a nuestro país, Forcieri se presentó ante el juez y así logró evitar la presencia de la prensa, incluso hasta logró escaparle a una guardia fotográfica que suele haber para los interrogatorios en esta causa que tiene como principal imputado al Vicepresidente Amado Boudou.

"No puedo dejar de señalar la curiosa demora de Resnick Benner en advertir un dato que es de público conocimiento, cual es que Nuñez Carmona no se desempeñaba en ese momento ni se desempeñó después en la órbita de Economía, ni ninguna otra dependencia de la administración pública", aseguró Forcieri.

También negó la otra parte de la acusación. De haber junto con Boudou dado una orden verbal al entonces titular de la Casa de la Moneda, Ariel José Rebello, para frustrar el otorgamiento de un crédito del Banco Nación a ese organismo para garantizar la modernización de maquinaria para imprimir billetes. O sea, de liberar el camino para la aparición de Ciccone Calcográfica.

"La posibilidad de obtener un aval del Tesoro de la Nación para enfrentar una situación como la que aquí nos ocupa no se encuentra dentro de las facultades del Ministerio de Economía sino que, por ley, compete al Congreso de la Nación", afirmó Forcieri.

Incluso aseguró que "jamás" transmitió a Rebello "ninguna decisión del licenciado Boudou que se vinculara, en ningún aspecto, con la cuestión del aval necesario a los fines de la concreción de la licitación".

En el escrito aseguró conocer a Nuñez Carmona por una relación que tiene de amistad desde hace diez años, a Vandenbroele porque lo vio en una oportunidad junto con aquel, y negó conocer a los antiguos dueños de Ciccone.