La presidente Cristina Fernández de Kirchner saludó en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en Ezeiza, al plantel del seleccionado de fútbol que salió subcampeón en el Mundial de Brasil.   "Siempre tengo puesta la camiseta de Argentina los 365 días del año y ayer sentí un inmenso orgullo como presidenta de los 40 millones de argentinos por cómo se defendieron los colores de la República Argentina con dignidad, orgullo y capacidad, sobre todo jugándole a la adversidad”, dijo la mandataria al hablar ante los jugadores de la selección.   “Fueron unos verdaderos leones todos. Pusieron todo lo que hay que poner; los felicito”, expresó la presidenta al dirigirse al equipo técnico y al plantel. Además dijo que le habían “tapado la boca a muchos que no creían” en el equipo y demostraron que “con garra, con pasión, dejando todo lo que uno tiene en la cancha se pueden lograr triunfos”.    “Ustedes han brindado un ejemplo. Crearon valores y sentimientos que los argentinos creíamos olvidados”, dijo la mandataria en su corto discurso.   “Se gana cuando se juega en equipo, cuando se pierden las  individualides. Han brindado un ejemplo, han vuelto a generar  valores y sentimientos olvidados, lejos del exitismo”, sostuvo Cristina.   “Recibirlos con todo el orgullo que nos han hecho sentir a todos”, sostuvo y puso de relieve que  tras el partido “la gente se volcó a las calles como si realmente hubiéramos traído la copa”.  Luego ofició de conductora e hizo bromas con los muchachos que por momentos parecieron incómodos.    Igual hablaron Alejandro Sabella, Lionel Messi, Javier Mascherano, Sergio Romero, Maxi Rodríguez, Ezequiel Lavezzi y Martín Demichelis.   Una multitud acompañó el recorrido del micro desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hasta las puertas del lugar de entrenamiento, agitando banderas celestes y blancas, con carteles y bandera de agradecimiento por el subcampeonato conseguido en Brasil.   Los jugadores saludaron desde el micro, que tuvo que recorrer muy lentamente los últimos metros de su trayecto debido a la gran cantidad de fanáticos que se agolparon en los márgenes de la autopista Ricchieri.