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19:41:12 21/04/2014

Tragedia de Once: para Jaime "es un juicio político" y Schiavi aseguró que "no hubo desidia"

Finalmente llegó el turno de la declaraciones de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, dos de las más esperadas en el juicio que investiga la tragedia de Once. El primer secretario de Transporte kirchnerista aseguró al tribunal que es víctima de "un juicio político" y no de una "acusación jurídica".

"Durante dos años me pregunté por qué estoy en este juicio, es lo mismo que se preguntaron casi todos los imputados", sostuvo Jaime. Luego recordó que el accidente, al que calificó como "un hecho lamentable", se produjo "tres años después" de que dejara su cargo como secretario de Transporte.

Jaime sostuvo que "mantener las tarifas bajas fue una decisión política" y que "los costos se pagarían con otros ingresos", y que por ese motivo está "sorprendido" por ver que la imputación "habla de malversación de subsidios".

"Rechazo absolutamente las acusaciones, no tengo ningún tipo de responsabilidades. Cumplí con las normas, con mis obligaciones como funcionario y con las expresas directivas del ex presidente (Néstor) Kirchner y de la Presidente para recuperar nuestra Argentina", precisó. Jaime dijo que no tuvo "ni vacaciones para recuperar el sistema de transporte" durante su gestión, concluida en 2009.

Sin nombrarlo, el ex funcionario apuntó contra el conductor del tren: "Acá hay una sola persona y Dios que saben lo que pasó en el tren, en los últimos 300 metros (antes de llegar a Once)".

La palabra de Schiavi El sucesor de Jaime inició su declaración con un pedido de disculpas a los familiares de la tragedia por aquella frase suya apenas ocurrido el accidente. En aquella oportunidad, había dicho que si la colisión hubiese ocurrido un feriado "hubiese sido una cosa mucho menor".

Luego, el segundo secretario de Transporte del kirchnerismo hizo una defensa de su gestión (2009-2012) y aseguró que en la misma "no hubo desidia ni desapego". A continuación, Schiavi dijo que no era su función controlar el material rodante o los fondos que recibía TBA, sino que su tarea era la supervisión de esos controles.

"Mi trabajo no era el de auditar el material rodante o si los fondos del Estado eran aplicados. No tenía competencia sobre eso, sí para la supervisión del control, que se hizo y se hizo muy bien", sostuvo en su indagatoria. Agregó que los controles sobre la administración de una concesión son de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.

Luego, y en la misma línea que Jaime, hizo referencia al motorman, Marcos Córdoba. "Me preocupa que no se haya investigado la salud del conductor, para poder encontrar una explicación de lo que pasó en los últimos 300 metros".

Al respecto, consideró que "no se hizo lo suficiente" y que los estudios "no fueron exhaustivos para saber lo que pasó". "Me preocupa que no se haya podido citar a declarar a los familiares de Leonardo Andrada, que fue el que le entregó el tren a Córdoba".

"A Andrada lo asesinaron y no sabemos si fue por este caso. Me preocupa no tener informacion sobre esa investigación", concluyó.

Audiencia y testimonios La audiencia empezó con un pedido de detención de Jaime elevado por la querella, encabezada por Gregorio Dalbón. La solicitud se hizo en virtud de los expedientes que acumula en la Justicia. "Es un coleccionista de causas", ironizó el magistrado. Sin embargo, el tribunal rechazó la solicitud.

Dalbón explicó que su pedido de detención fue rechazado y justificó por qué lo había solicitado: "Si nunca estuvo prófugo por qué lo buscó la Interpol? Yo pedí la detención porque entiendo que es un hombre que se puede profugarse".

Sobre la declaración de Jaime, el abogado querellante manifestó: "Quiso quedar bien con los familiares porque conversó con alguno de ellos. Dijo que lamenta el hecho pero que él ya estaba fuera de función. Que nunca quiso hablar por respeto. Además dijo que no le gustó el pedido de detención y leyó una carta donde Bonadio se desdijo en varias oportunidades".

El letrado solicitó además que le asignen custodia permanente a Jaime para que no intente fugarse de prisión y para que no se suicide en caso de que avance el pedido de detención.

El primero citado para declarar fue Mario Cirigliano, quien se amparó en la Constitución para no ser indagado. El copropietario de la empresa Trenes de Buenos Aires presentó el mismo escrito que había entregado al juez Claudio Bonadio durante la etapa de instrucción para alegar que no tuvo relación con la administración de los trenes, debido a que se encargaba de los negocios con los colectivos del Grupo Plaza.

Como otros de los acusados, Cirigliano señaló al maquinista Marcos Córdoba como principal responsable del choque de la formación del tren Sarmiento que dejó 51 muertos el 22 de febrero de 2012 debido a que las pericias comprobaron que los frenos funcionaban con normalidad.

A continuación prestó testimonio el ex interventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa Romero, quien optó por recordar que renunció a su cargo en 2007. Por eso, alegó que no entiende por qué lo vinculan con la tragedia que sucedió cinco años más tarde: "El accidente ocurrió 1.500 días después de que me fui del cargo". Incluso aseguró que el juicio le causó un "principio de Parkinson".

Luego, le llegó el turno a su sucesor en el cargo, Antonio Sícaro. "Se me acusó de no haber parado los trenes. No tenía facultades para hacerlo. Los trenes los operan los concesionarios. La CNRT tiene el control de cómo se hace la operación de trenes. Pero el concesionario es el que opera los trenes. Son los mismos que operan hoy algunas líneas", recordó.

"Cumplí con mis funciones. Controlé, multé y realicé los informes que tenía que realizar. La CNRT no operaba los trenes. En la zona metropolitana había 2.000 trenes por día, se calcula que fueron 60.000 frenadas por día. Y no había fallado el sistema de frenos. Cumplí mi tarea, y la AGN (Auditoría General de la Nación) aprueba mi gestión", señaló.

Luego, explicó cómo era la intervención de la CNRT en la entrega de licencia de los conductores. Sícaro afirmó que, según el expediente, el motorman "Córdoba estaba perfectamente capacitado desde el punto de vista físico y psicológico para manejar trenes".

Paolo Menghini y María Luján Rey Los padres de Lucas Menghini realizaron declaraciones antes de que declaren Jaime y Schiavi en el juicio. Ambos coincidieron en que la responsabilidad de Marcos Córdoba, el motorman, es limitada en relación a la del Estado: "Es fundamental entender las circunstancias que generaron la tragedia y que permitieron que ante un error humano la estructura no pudiese absorber el daño sin causar las 52 muertes innecesarias", aseguró Paolo Menghini.

En sintonía con estas palabras, María Luján agregó: "No conozco ningún familiar de víctima ni ningún herido que crea que la responsabilidad sea sólo de Córdoba. Sí escucho a abogados decir eso, pero son abogados que van por el dinero".

Asimismo, la madre de Lucas manifestó qué espera del fallo: "Esperamos una condena ejemplificadora a todos los responsables para quienes hoy siguen padeciendo el servicio ferroviario y los organismos de control. Hoy se tiran la pelota unos a otros y parece que la responsabilidad de si morimos arriba de un tren es de un maquinista". Y remató: "Una medida ejemplificadora genera más tranquilidad".

María Luján también se refirió a la situación de Jaime e hizo un pedido especial: "Debería estar en prisión esperando este juicio. Cuando estuvo prófugo 78 días por la causa de Córdoba lo volvimos a reiterar. Él debería estar en prisión dado que tiene la posibilidad de fugarse, como ya lo ha hecho".

Fuente: Infobae