Apenas iniciada la campaña política con vistas a las próximas elecciones internas, varios sectores de la ciudad muestran los efectos más negativos de la propaganda política. El parque Independencia es una de esas áreas, donde las pegatinas han empezado a arruinar el mobiliario público y los pasacalles a generar la llamada “contaminación visual”. Más temprano que nunca, la Asociación Amigos de ese espacio está dispuesta a “cortar por lo sano”: la semana próxima comenzará a remover los afiches y hará tareas de constatación para que se apliquen penalidades a los partidos políticos responsables y sus candidatos, a quienes se les enviarán las facturas por los gastos de la limpieza.

En este sentido, el responsable de la entidad, Adrián D’ Alessandro, reflexionó: “Es un año muy particular y este tipo de cosas son un insulto a la ciudadanía en su conjunto”. El referente se refirió así a la “pandemia y sus terribles efectos sanitarios y económicos, que son una catástrofe, por lo que hacer semejante despilfarro de dinero y, a la vez, destrozar la ciudad, es un despropósito”.

D’ Alessandro abogó por el uso de vías alternativas de difusión que “inclusive logran tener más llegada”. Y consideró que “es sinceramente vergonzoso que esto siga ocurriendo”.

En la asociación esperan tener una buena respuesta por parte de las fuerzas políticas que iniciaron este tipo de acciones publicitarias. Se trata de difusión ilegal colocada básicamente sobre columnas de alumbrado público, semáforos y paredes de todo tipo, varias de ellas de pertenencia privada, además de los consabidos pasacalles.

Quienes recorran la ciudad pueden observar que las pegatinas se extienden por avenida Pellegrini y algunas partes del centro de Rosario. Sin embargo, no solo el parque está afectado por este problema.

La idea es que se contemplen por parte de la Municipalidad las penalidades descriptas en la ordenanza regulatoria de la publicidad en Rosario. “Por eso es necesario exhortar a todas las agrupaciones políticas a que se ajusten a la realidad que se vive para que hagan una campaña proselitista austera en función de este contexto de pandemia. Me parece que la pobreza que trajo este flagelo genera que esto se vea como un insulto”, dijo D’ Alessandro.

“Inundar la ciudad de carteles y este tipo de cosas ya no da; creo que perfectamente se puede hacer una buena campaña utilizando las redes sociales y los medios de comunicación con sus vastas opciones, lo que ya no hace imprescindible ensuciar toda la ciudad de esta forma”, sumó.

La suciedad ya se ve. En el Parque, las inmediaciones de la ex Rural es un punto clave: allí se aprovecha la permanente presencia de ciudadanos que concurren a vacunarse contra el coronavirus para poner de manifiesto una campaña que no repara en gastos y no evita la suciedad. "Es todo un símbolo; se aprovecha el centro de inoculaciones más importante de la ciudad para hacer publicidad política sin tener en cuenta los efectos negativos de estas pegatinas", cerró.

La ordenanza 8.324 regula la publicidad que se realice dentro de la ciudad. “Está prohibida la colocación de avisos sobre árboles o plantas, cualquier tipo de columnas, brazos de extensión y parantes de toldos, sobre veredas, calzadas, cordones, cercos, barandas, pasarelas, puentes, viaductos y túneles”, detalla.