Con la puesta en marcha de la Alcaidía del nuevo Complejo Penitenciario de Rosario, que comienza a funcionar este miércoles, el gobierno provincial avanza hacia “las condiciones de detención adecuadas que exigen las leyes vigentes y los pactos internacionales”. Al menos, así lo aseguró el gobernador Miguel Lifschitz en su recorrida por las instalaciones de 27 de Febrero al 7800, donde además funcionará pronto el nuevo Instituto de Recuperación de Mujeres.

Junto a los ministros de Seguridad, Maximiliano Pullaro, y de Obras Públicas, Pedro Morini, el gobernador se animó a anticipar que con la flamante obra y otras que ya se ejecutan en diversas unidades penitenciarias “a partir de abril, en comisarías de Rosario, no va a haber ningún detenido en sus instalaciones, sino que van a estar alojados en esta alcaidía bajo la supervisión del Servicio Penitenciario y no de la Policía”. Lifschitz no dudó en afirmar que la ubicada en el sudoeste de la ciudad “será una cárcel modelo”.

"Van a estar dadas las condiciones para tener el adecuado control médico, la presencia de fiscales, defensores, que se cumpla con las leyes vigentes y que no haya ningún tipo de violencia o abuso de autoridad respecto a los derechos de las personas detenidas”, se entusiasmó la máxima autoridad provincial.

El nuevo complejo se encuentra en un terreno de unos 77.800 metros cuadrados. En el primer nivel funcionarán las áreas administrativas, judiciales y de servicios, además del sector de celdas. En tanto, en la planta alta se alojarán los detenidos. Habrá 12 pabellones de 10 celdas individuales con sector de duchas, un espacio común y un patio.

En el mismo predio se construye el nuevo Instituto de Recuperación de Mujeres, espacio para albergar a 139 internas en celdas individuales y que contará además con un jardín de infantes y un edificio para área social, donde se podrán realizar distintas actividades.

Por su parte, Pullaro indicó que “se está terminando la primera cárcel de mujeres en la historia de la provincia de Santa Fe”. Además reveló que “la relación entre presos en el Servicio Penitenciario y en Comisarías es de 93% a 7%. Tenemos una política carcelaria de avanzada y resolvimos un problema que venía de años con la antigua cárcel de mujeres de calle Thedy”.